La gente quiere el alto el fuego

La Asamblea General de Naciones Unidas puso a votación el pasado día 27 una resolución presentada por Jordania en la que se reclamaba un alto el fuego de los bombardeos de Israel en la Franja de Gaza. Fue aprobada por 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones. Entre los 14 que votaron en contra se encuentran Israel y Estados Unidos y países como Paraguay, Guatemala o Fiyi. El Reino Unido se abstuvo. Europa se dividió. España y Francia votaron a favor. Austria y Hungría, en su contra. Alemania, Italia, Países Bajos o Polonia se abstuvieron.

Uno de los argumentos de los que se opusieron a la resolución es que no incluía una crítica a la acción terrorista de Hamás en Israel el pasado 7 de octubre. Canadá y Estados Unidos propusieron una enmienda introduciendo esa idea pero fue rechazada porque sólo logró 88 votos a favor, menos de los dos tercios necesarios para su aprobación.

Estos días estamos viendo dos realidades. La de los representantes de los países que votan en la Asamblea General de las Naciones Unidas o en las reuniones del Consejo Europeo y la de los ciudadanos de estos estados que se manifiestan en sus calles contra los bombardeos israelíes.

Reino Unido se abstuvo en la ONU en la votación sobre el alto al fuego pero cientos de miles de británicos lo reclamaron al día siguiente en las calles de Londres, Manchester, Glasgow o Belfast. Manifestaciones similares se han producido y siguen produciéndose en muchas ciudades de todo el mundo. Francia votó a favor pero ha prohibido manifestaciones propalestinas aduciendo riesgos de seguridad. Los franceses no han renunciado a manifestarse y un centenar han sido multados por hacerlo. Alemania y Reino Unido también habían prohibido estas manifestaciones. ¡Mirad el caso que hicieron en Londres a esa prohibición!

El representante de Israel en Naciones Unidas ha exigido la dimisión de su secretario general, Antonio Guterres, porque recordó que el conflicto no ha comenzado con la acción terrorista de Hamás el 7 de octubre sino con la partición de Palestina propuesta por la ONU en 1947, vulnerada sistemáticamente por Israel.

Guterras no debe dimitir. Israel debe dejar de bombardear indiscriminadamente la Franja de Gaza. El terrorismo de Hamás debe ser derrotado. Y la gente debe seguir reclamando en las calles de las ciudades de todo el mundo el alto el fuego al que sólo 14 países se oponen. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha propuesto que se celebre una conferencia de paz en seis meses para encontrar una solución a este conflicto. En Barcelona la esperamos con los brazos abiertos.