El catalán en el Congreso

Qué gran noticia poder escuchar mi idioma en el Congreso de los Diputados. Ciertamente se ha tardado demasiado pero como dicen… «Más vale tarde que nunca.» Celebro que España pueda utilizar sus lenguas cooficiales en la cámara baja y en especial que el catalán ya pueda utilizarse por fin libremente y también esté tramitándose su oficialidad en Europa.

Somos más de 10 millones de personas las que hablamos, pensamos, sentimos y amamos en catalán. Y evidentemente no por eso somos independentistas, simplemente es con la lengua que hemos crecido y que debemos cuidar porque, a diferencia del español que es de los idiomas más hablados del mundo, el catalán sigue siendo minoritario comparado con otros idiomas.

No puedo entender por qué hay gente incluso que ha nacido o vive en Cataluña que está radicalmente en contra del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados. De igual forma, también hay partidos políticos que votan en contra de su uso, como son el Partido Popular, UPN y por supuesto, la extrema derecha de VOX, que este último de nada me sorprende a partir del momento en que reivindican suprimir las autonomías y los partidos políticos por el simple hecho de ser nacionalistas o independentistas.

Me preocupa que la derecha española se muestre en contra de hablar libremente en el Congreso con lenguas que, para empezar, están recogidas en la constitución y que forman parte de millones de ciudadanos y ciudadanas de España, como son el catalán, el euskera y el gallego.

¿Se han leído realmente la Constitución toda la gente que está en contra de que se pueda hablar una lengua cooficial en el Congreso de los Diputados? Me lo pregunto porque en el propio Artículo 3 de la Constitución Española, declara evidentemente que el castellano es la lengua española oficial del Estado pero establece que las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas comunidades autónomas de acuerdo con sus Estatutos y cooficiales en el resto del Estado. Y lo que más me gusta es que el propio artículo cita textualmente que “la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección. ¿Este es el respeto que tienen en el patrimonio cultural del país y en la Constitución correspondiente que constantemente nos dan lecciones?

¿Qué problema existe al mostrar la realidad plural de nuestro país? El idioma que hablamos no es sinónimo de ser independentistas. Y de serlo, tampoco es motivo para deslegitimar. Insisto, como dice la Constitución Española, es riqueza cultural y merece respeto y protección.

Alguna persona me ha argumentado que está en contra por los costes que genera a nuestros impuestos tener traductores de los tres idiomas cooficiales al castellano… Pero después tenemos cientos de alcaldes que recientemente se han duplicado y triplicado el sueldo, una bandera española en la plaza Colón de Madrid de 400.000€, o una Casa Real que, más allá de estar a favor o en contra de la monarquía, genera un gasto millonario comparado con el de varios traductores e intérpretes que lo único que hacen es su trabajo y cobrar por ella.

Se podría ver como una buena noticia también puesto que esto genera nuevos puestos de trabajo y riqueza cultural para el resto de diputados y diputadas como dice la constitución. Pero parece ser que la derecha se niega a aceptar la pluralidad cultural de nuestro país ni su constitución.

Había un partido político que nació contra la inmersión lingüística y el uso del catalán de forma libre. Actualmente no tiene representación ni en el Congreso, ni en el Senado, ni en la mayoría de los parlamentos y de instituciones. Este partido se llama Ciudadanos. Hizo todo lo posible por acabar con la inversión lingüística y evidentemente no lo logró. Con el auge del independentismo muchos catalanes y catalanas confiaron en ellos pensando que sería un voto útil contra la independencia y llegaron a ganar las elecciones en escaños y votos en diciembre del 2017, pero lejos de eso, con las políticas anticatalanistas y cada vez más a la derecha han conseguido lo que yo mismo pronostiqué en un artículo anterior… La muerte de Ciudadanos.

Reivindico que nunca un idioma debería dividir a una sociedad ni pertenecer a la izquierda o a la derecha.

Es cierto que durante la dictadura franquista el catalán fue extremadamente perseguido, por eso a VOX no les gusta que se pueda hablar libremente con la lengua que el diputado quiere, pero deseo que pronto, el resto de los partidos constitucionalistas de derechas vean que tener el derecho de poder hablar catalán, euskera o gallego en el Congreso de los Diputados no es una amenaza sino una oportunidad, tanto para los propios diputados que nos representan como para quienes los votamos.

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