Unicef Comité Cataluña ha alertado de que la pobreza infantil es un «problema crónico» y ha señalado que «condiciona» el alcance de los objetivos mundiales para 2030. En un comunicado con motivo del 8º cumpleaños de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, celebrado esta semana, Unicef Cataluña pide priorizar a los niños y adolescentes en las políticas para conseguir los hitos de este plan mundial. «Poner el foco en la infancia y la adolescencia, más allá de ser una obligación derivada del cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, es fundamental para el éxito de la Agenda 2030», recalca el responsable de Políticas de Infancia de UNICEF Comité Cataluña, Roger Garcia Rodoreda, en el comunicado.
El 27,5% de los niños y adolescentes de Cataluña -378.500 niños y niñas- están en riesgo de pobreza, según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) 2022 que publica el Idescat. Y aún más, la cifra se eleva hasta el 31,7% -436.400 niños- si se toma como referencia la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE). Teniendo en cuenta estos datos, Cataluña continúa lejos de las cifras del conjunto de la Unión Europea, donde la tasa de pobreza infantil y AROPE se sitúa en el 19,3% y 24,7% respectivamente, de acuerdo con los últimos datos disponibles en Eurostat y que Unicef recoge en el comunicado.
El responsable de Políticas de Infancia explica que «ser un niño en situación de pobreza en Cataluña no quiere decir necesariamente pasar hambre, pero sí tener más probabilidades de estar malnutrido». «No significa no acceder a la educación, pero sí tener dificultades para hacer frente a los gastos que se derivan o tener más posibilidades de abandonar prematuramente los estudios. Ser un niño pobre no es necesariamente no tener un hogar, pero sí a menudo vivir en una vivienda que no es adecuada y que puede afectar a la salud física y mental», añade.
Desde Unicef Comité Cataluña insisten en «la necesidad de dotar a la infancia y la adolescencia de una adecuada protección social» y, en este sentido, piden fortalecer las políticas y los programas en este ámbito a través de un plan que esté «dotado de los recursos necesarios, con la participación de todas las administraciones y los actores sociales». Además, Garcia Rodoreda pide «una mayor exigencia y aceleración de las políticas y medidas» para cumplir la Agenda 2030, y destaca que, a pesar de que «seguimos estando lejos de alcanzar los objetivos», «esto no nos tiene que desanimar, sino todo lo contrario».
