El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, afronta el debate de política general que arranca martes con el convencimiento de que hay que hacer hincapié en el referéndum como herramienta para resolver el conflicto político de fondo. El jefe del ejecutivo catalán da por hecha la amnistía y quiere que ahora se abra una nueva fase, motivo por el cual en su discurso inicial tiene previsto pedir valentía al líder del PSOE, Pedro Sánchez.
Aragonès abre el debate sin límite de tiempo y prevé un discurso largo, de más de dos horas, que estructurará en tres bloques. Un primero en que hará balance de la obra de su ejecutivo y defenderá el cumplimiento de los compromisos; un segundo en el cual el presidente catalán quiere hacer propuestas de futuro para mejorar la vida de la gente y seguir «transformando» Cataluña; y un tercero dedicado al conflicto político.
En este último punto será cuando centrará su discurso en la necesidad de resolver el conflicto de fondo, es decir, en la autodeterminación. Tal como ya ha apuntado en los últimos días, la amnistía es inevitable, pero no soluciona el problema de fondo y hay que ir más allá. Es el momento, pues, según el presidente de la Generalitat, de entrar en un nuevo escenario e insistir en un referéndum.
El debate de política general también dará pistas sobre las condiciones con que Aragonès afronta la recta final de su mandato, teniendo en cuenta que como máximo habrá elecciones en febrero de 2025. El gobierno de ERC en solitario tiene que buscar socios para los presupuestos de 2024 después de aprobar las cuentas vigentes con PSC y comunes. Aragonès, sin embargo, también alargará la mano a Junts y la CUP de cara a los del año que viene.
