Que a los primeros nunca se les presentan redactores de TV3, Catalunya Ràdio o la Agència Catalana de Notícies para que expresen su indignación por los retrasos. Cada dos por tres, los usuarios de los servicios de Rodalies que sufren algún retraso en los trenes a los que deben subir se encuentran con que aparece en el andén un redactor o una redactora de los medios públicos de la Generalitat y les pone un micrófono en la boca para que se quejen de los inconvenientes que les provoca esta incidencia. Cada crónica incluye, normalmente, tres declaraciones de pasajeros que explican que llegarán tarde al trabajo o a la universidad y que “siempre estamos igual”. A menudo, las crónicas van acompañadas de una información de contexto en la que se detallan las incidencias que ha sufrido Rodalies en los últimos tiempos y se cierran con el recordatorio de que el gobierno de la Generalitat y los partidos independentistas exigen su traspaso a la administración catalana.
Este verano, el servicio de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) ha sido caótico. Ha sido afectado por multitud de incidencias, retrasos, accidentes y descarrilamientos. El perfil de Twitter de FGC se ha llenado de quejas de los usuarios por los efectos de estas incidencias, pero ningún periodista de TV3, Catalunya Ràdio o laACN se ha presentado en los andenes donde la gente se aglomeraba esperando el tren que no llegaba o en las colas enormes que se han producido cuando la suspensión del servicio en algunas estaciones ha obligado a recurrir a autobuses sustitutorios. En setiembre los retrasos continuos en FGC siguen produciéndose. Estas incidencias son habituales en las líneas de tren de todo el mundo. En las europeas, también. Sólo en Catalunya, sin embargo, existe un dispositivo periodístico siempre listo para captar las quejas de los usuarios afectados. Los de Rodalies. Los de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya pueden esperar sentados los trenes que van con retraso y los periodistas «de denuncia» que nunca llegarán.
