14 países de la Unión Europea se muestran reacios a apoyar la propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez de que el catalán, el euskera y el gallego sean lenguas oficiales de la UE. Este tipo de acuerdos necesita el voto unánime de los 27 y, por ahora, estaría lejos de conseguir los apoyos necesarios.
Es difícil que se llegue a un acuerdo el próximo martes a pesar de que el ejecutivo español está aprovechando la presidencia de España en la UE para impulsar la medida y que se ha ofrecido a asumir el coste económico que conllevaría llevarla a cabo.
El viernes se llevó a cabo un encuentro de embajadores en Bruselas para preparar la reunión del martes para valorar la modificación exprés del reglamento sobre lenguas oficiales. La palabra que más se escuchó fue «dudas» respecto al impacto de la medida tanto en el funcionamiento de la UE como en el coste, según indicaron fuentes europeas a EP.
