Donde antes no estaban

Todo ocurrió en escasos diez días. El sábado 12 de agosto, en el marco del festival Sonorama, nadie esperaba que la cantante del dúo Amaral se expresara como lo hizo, y especialmente que se marcase un toples. Con ese gesto, Eva Amaral, de 51 años, quiso solidarizarse con algunas de sus compañeras, cuestionadas o directamente atacadas por acciones similares: «Esto es por Rocío, por Rigoberta, por Zahara, por Miren, por Bebe…, por todas nosotras. Porque nadie nos puede arrebatar la dignidad de nuestra desnudez, de nuestra fragilidad, de nuestra fortaleza; porque somos demasiadas…», y diciendo esto se desprendió de la parte superior de su vestido.

Cinco días después, el jueves 17, la princesa de Asturias, Leonor de Borbón y Ortiz, ingresaba en la Academia General Militar de Zaragoza para empezar su formación militar de cara a ser jefa de las Fuerzas Armadas el día en que, como se prevé, se convierta en reina de España. Sería entonces capitana general de los ejércitos, sustituyendo a su padre, que inició el mismo periplo 38 años atrás.

A Leonor la acompañaron dos mujeres, su madre Letizia y hermana Sofía, que también asistieron al último evento en que nos fijaremos aquí: la proclamación de la selección femenina de fútbol como campeona del mundo, el domingo día 20 de agosto. Un gol de Olga Carmona contra Inglaterra llevó a las chicas entrenadas por Jorge Vilda a la cumbre del fútbol internacional. La delantera Jennifer Hermoso, que falló un penalti en la final, se ha convertido después en protagonista desgraciadamente, a causa del beso que le dio el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y que ha abierto el caso Rubiales con todas sus derivadas.

Pero el presente artículo no tiene como objeto este último caso, que tantos ríos de tinta ha suscitado y aún suscita, sino esa, si se quiere pequeña  ̶o quizá no tan pequeña ̶, revolución respecto al papel de las mujeres en diversos ámbitos. De hecho, esa fue la palabra que Eva Amaral utilizó después de hacer visibles sus pechos: revolución, cuando tras defender que «no podrán pasar por encima de la vida que queremos heredar, donde no tenga miedo a decir lo que pienso», cogiendo un megáfono mientras elevaba la voz, añadió: “¡Porque hoy es el día de la revolución!”.

Y ciertamente hay una especie de revolución en el hecho de que la cantante zaragozana, con una trayectoria mucho más consolidada que otras compañeras, decidiera unirse a Rocío Saiz, a quien la policía interrumpió por un toples en un concierto en Murcia; a Rigoberta Bandini, que ha protagonizado más de uno mientras cantaba: “No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas”; a la cantante Zahara, que por la misma razón ha visto censuradas fotos en Instagram y el disco Puta por disfrazarse de virgen; a Miren Iza, del grupo Tulsa, de quien la plataforma Spotify rechazó la portada del single No quiero hacer historia por el torso desnudo de una actriz, y a Bebe, censurada en una actuación en los Grammy Latinos por decir “puta” en su canción Malo.

Todas estas mujeres han tenido que superar situaciones difíciles por manifestaciones relacionadas con la libertad de expresión, de modo que el acto de Amaral se ha convertido solo en la punta del iceberg de lo que se ha vivido los últimos años en ese sentido. Y mientras la cantante decidía arrimar el hombro junto a las otras, en su tierra se preparaba un nuevo ciclo para la heredera de la Corona española.

Probablemente, que Leonor de Borbón haya iniciado su etapa militar tiene poco que ver con las reivindicaciones de las mujeres que acabamos de mencionar, por la distancia que puede haber entre las que se han de ganar los derechos poniendo en juego su nombre y a veces el físico, y las que tienen los derechos, o mejor dicho los privilegios, asegurados desde la cuna. Ahora bien, no podemos ignorar que si todo va normalmente un día Leonor será jefa de Estado y comandará los ejércitos en España, algo que por primera vez en la historia hará una mujer. ¿Otra pequeña o gran revolución?

El logro alcanzado por las jugadoras de la selección absoluta de fútbol redondeó la semana larga de situaciones que podríamos resumir con el lema de las mujeres al poder, y que se ha visto empañada por que Luis Rubiales besara en los labios a Jenni Hermoso, desencadenando una ola de condenas por doquier. Suspendido por la FIFA de su cargo de presidente de la Federación Española de Fútbol por 90 días, Rubiales podría ver agravadas sus sanciones próximamente, aparte de cómo acabe todo esto a nivel judicial. Ojalá el culebrón acabe con medidas que promuevan el respeto hacia las mujeres y la igualdad entre géneros también en el mundo del deporte. De momento y a partir de la foto de unos días, podemos afirmar que las mujeres están donde antes no estaban.

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