La Generalitat de Catalunya ha pedido la dimisión del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, tras el beso forzado a la futbolista Jenni Hermoso durante la final del Mundial que ganó la selección española femenina. Así lo ha reclamado la secretaria general del Deporte y de la Actividad Física del gobierno catalán, Anna Caula, quien en declaraciones a Catalunya Ràdio este lunes lo ha considerado una «agresión dura».
La dirigente del deporte catalán ha instado a «tomar conciencia de que hay cosas que no son un precio que tengamos que pagar», y ha señalado que «la mirada en el fútbol todavía no es igualitaria y nos queda mucho trabajo por hacer». Caula ha defendido la petición de dimisión de Rubiales porque «le corresponde a un presidente de federación ser escrupuloso con las formas», y ha lamentado que «lo que explica este beso y las declaraciones posteriores que lo justifican es que normalizamos actitudes que no son aceptables«.
Al respecto, la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, ha denunciado que el «beso sin consentimiento» es «una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible», y ha avisado de que «no podemos normalizarlo». En un mensaje en Twitter, Montero ha situado el consentimiento «en el centro» y ha defendido que «es tarea de toda la sociedad».
