Los pactos de Maquiavelo

He estado bastante deprimido, con una serie de problemas de salud y alejado del periodismo y la literatura. Quizás escriba algún artículo post-elecciones del 23J le escribía al gran Siscu Baiges hace algunas semanas mediante la red de mensajería instantánea WhatsApp.

Han transcurrido varios días desde las pasadas elecciones y el articulo nunca llegó al correo de mi amigo Siscu. Obviamente no lo había escrito, y nuevamente él con su delicada sutileza me escribe y me anima a hacerlo con las siguientes palabras: “Venga, va, anímate y escribe algún artículo para publicar en agosto”… Yo le respondo: “Claro que sí, su señoría, esta noche tiene en su correo el artículo. Ya me siento más animado para escribir y retomar mi actividad en el periodismo”. Y él me responde: “¡Sensacional… Así me gusta, a por ellos!”.

Desde ese último mensaje hasta animarme a encender el ordenador y ponerme a escribir, transcurrieron aproximadamente 4 horas… Por fin luego de 7 meses sin enviar un artículo, aquí estoy de nuevo, y en esta ocasión me quiero referir como ya lo adelanté, a las pasadas elecciones generales del 23 de julio. Han pasado ya varias semanas y ahora nos adentramos en los famosos y oscuros pactos o alianzas maquiavélicas de las distintas formaciones políticas legalmente establecidas en el estado español.

Ustedes se estarán preguntando porque comparo a los políticos con Maquiavelo. Pues es muy fácil responder a eso: resulta que el gran Maquiavelo sin haberlo pensado quizás ha sido el maestro teórico e intelectual de los mafiosos políticos en el mundo. Y obviamente los políticos en este país pareciera que son los amos y señores de los pactos oscuros que se firman para mal gobernar este pueblo.

Las pasadas elecciones del 23J no nos dejaron una lectura clara de lo que quiere y lo que no quiere el conjunto del pueblo español. Lo único que quedo bastante claro es la inoperancia e ineptitud de los candidatos que como en el euromillón han tenido mucha suerte para que un buen porcentaje de la población les votase. Digo todo esto porque nos encontramos con una campaña electoral llena de bulos, mentiras extremas, datos falsos por doquier, un candidato del Partido Popular con un historial marcado por sus vínculos con un narcotraficante, presidente autonómico de la Xunta de Galicia en varias legislaturas dejando a esta comunidad autónoma con uno de los mayores déficits de deuda interna en comparación con otras autonomías, un candidato cobarde que no dio la cara en los debates durante toda la campaña, excepto en el cara a cara que organizó la cadena Atresmedia para favorecer su candidatura e intentar desprestigiar la del actual presidente de gobierno Pedro Sánchez, un tipo astuto pero algunas veces tonto por caer en el juego sucio de Núñez Feijóo y en el chantaje de casi todos.

Pedro Sánchez ha sido uno de los jefes de gobierno con mayor presencia física que ha tenido España desde su retorno a la democracia. Sin embargo al igual que su principal oponente, también la nariz le crece un poco como a Pinocho cuando habla y menciona algún que otro dato falso. Pese a ello, hoy por hoy es la figura más importante en el Partido Socialista y eso es lo que hay.

De las otras dos formaciones importantes que tuvieron participación en esta campaña ¿qué les puedo decir? Pues que por un lado la coalición de partidos de izquierda light que se llama Sumar, personalmente no me convence ni me anima a comprar su proyecto, pero es lo menos malo que tenemos, eso sí vale la pena decir… Yolanda Díaz la candidata de Sumar, con su acostumbrada sonrisa de nervios e inseguridad, nos dejó un mal sabor de boca en el debate a 3 de RTVE, no tuvo la capacidad suficiente para vender su proyecto de país ante un Pedro Sánchez que solo fue a reforzar su candidatura y un Santiago Abascal de Vox que intentó ser más moderado pero que al final sacó toda su basura xenófoba, machista, racista y homófoba cuando Díaz le mostro la foto de sus concejales que habían roto el minuto de silencio por una mujer asesinada por violencia machista.

Hoy estamos a la espera de los pactos maquiavélicos y otra vez la izquierda depende de los chantajes y manipulaciones de los independentistas catalanes, en especial de la mente perversa y egoísta de Puigdemont que se cree dueño de Cataluña y capaz de manipular los destinos de todo el pueblo español. De la derecha ni hablar, Feijóo negando todo el tiempo sus pactos con ultraderecha de Vox.

En conclusión aquí se avecina un pacto oscuro que no beneficia en absoluto a la gran mayoría, pues a los políticos lo único que les importa es mantenerse en el poder y crear caos y segmentar y dividir las ya destrozadas familias en este país que hasta llegan a convertirse en enemigas entre sí, mientras Yolanda Díaz y Pedro Sánchez sonríen y hacen chistes frente a las cámaras de televisión con un asqueroso candidato de la extrema derecha y con un candidato de la derecha que se ha relacionado con el narco. ¡Ah! Pero que todo sea por la paz, la democracia, la concordia y la diplomacia de la política. Así se justifican las cosas en este país. Que la paz sea con vosotros y con Maquiavelo también.

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