Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de El Prat (Barcelona) negocian este lunes con la empresa I-SEC para evitar el inicio de una huelga indefinida a partir del jueves, en pleno pico de vacaciones, en una reunión con la mediación del Departamento de Trabajo de la Generalitat de Catalunya. Los trabajadores de los controles reclaman más personal, que se garanticen los descansos de diez minutos y aparcamiento gratuito. La plantilla está formada por unas 500 personas que han realizado 20.000 horas extras en los últimos cuatro meses, según ha denunciado CSIF, uno de los sindicatos convocantes, a la ACN. Los paros están previstos de jueves a lunes de cuatro a siete de la madrugada, de nueve a once de la mañana y de cuatro a seis de la tarde.
Los vigilantes de seguridad han pedido a la empresa que cumpla los acuerdos anteriores y que incremente la plantilla, sobre todo en el caso de las mujeres. Aunque es obligatorio que en cada filtro de seguridad haya al menos un hombre y una mujer, actualmente la tasa de empleo femenino es del 35%. Esta inferioridad numérica obliga a las trabajadoras a hacer las inspecciones en más de un arco de seguridad a la vez: «Las mujeres deben trabajar el doble que los hombres», ha explicado el portavoz de CSIF, José Fidel Gómez. Otra reclamación sindical es percibir un plus de idiomas que reconozca que todos los empleados están obligados a dominar el inglés.
El servicio de seguridad del aeropuerto lleva años encadenando conflictos laborales, principalmente, por la falta de personal y las condiciones laborales precarias de los vigilantes. Ahora, nueve meses después de que la empresa negociara un plus de carga de trabajo que incluía cuadrantes anuales y formación para los trabajadores, los empleados han convocado una huelga para denunciar que no se ha garantizado que todos los trabajadores tengan la certificación C2 para poder trabajar en el escáner, y que el equipo de relevo prometido «no es de verdad» porque los descansos «no se cumplen».
La carga de trabajo ha provocado que los índices de baja estén «disparados» frente a otras infraestructuras, según el representante de CSIF. «La gente vive allí. Las jornadas se alargan 12 horas y se trabaja 17 días seguidos», ha manifestado. En este contexto, los sindicatos han cargado contra el gestor aeroportuario por desentenderse del caso, argumentando que el servicio de seguridad está subcontratado, y han recordado que «tiene la obligación de vigilar» a las compañías con las que firma contratos. «El papel de Aena es contratar a la empresa más barata. I-SEC entró porque era un millón de euros más barata que Trablisa», ha lamentado Gómez.
El conflicto laboral llega cuando se está licitando la explotación del servicio de seguridad en toda la red de aeropuertos de Aena. Además, la plantilla ha hecho llegar denuncias a Inspección de Trabajo, que ha propuesto sancionar a Aena, I-SEC y Trablisa por incumplir la normativa.
