La falsa médica

Enric Marco se hizo pasar por uno de los supervivientes del Holocausto; Alicia Esteve -alias ‘Tania Head’- hizo de portavoz de las víctimas de las Torres Gemelas, pero no estaba cuando el atentado; Pilar Abel fingió ser la hija del pintor Salvador Dalí hasta que el ADN la desmontó; Oswald Aulestia es considerado como uno de los más grandes falsificadores de pinturas; Manel Monteagudo falseó haber estado 25 años en coma; Bartolomé Rubia “Bartolín”, exregidor el PP de la Carolina (Jaén), aparentó un secuestro de ETA; Janet Cook ganó el Pulitzer por artículos falsos sobre un adicto a la heroína, publicados al The Washington Post… El mundo es lleno de impostores. Marco -podemos leer su historia en la magnífica novela El impostor, de Javier Cercas-, lo justificaba diciendo: “Soy un mentiroso, sí, pero no un farsante, ni un falsario. Esto mío fue una simple distorsión de mi propia historia”.

En el interludio veraniego, justo cuando las noticias de temporada van dando paso, lentamente, a las serpientes de verano, alterado este año por unas insólitas elecciones generales, se ha colado la noticia de la falsa médica. Una “distorsión” que, como acostumbra a pasar con la mayoría de estas historias, ha captado la atención e interés del gran público. ¿Qué será que nos atraen tanto los ‘Marcos’? La mujer, de la que conocemos la edad, 30 años, y la procedencia, Torelló (Osona), se hizo famosa al descubrirse que se había hecho pasar por médica durante siete meses en el hospital de Berga. Después, se ha ido sabiendo que también lo hizo en el hospital universitario Dexeus de Barcelona, en el hospital de Vic, en una clínica de Girona, en una empresa de prevención de servicios sanitarios, en una de ambulancias… Los Mossos investigan hasta ocho centros sanitarios y no se descarta que pueda haber más.

La falsa médica siempre actuó con normalidad, sin levantar sospechas; eso sí, solicitaba mucha información y preguntaba mucho antes de elaborar un informe médico, explican sus compañeros. Fue “muy lista y prudente”, concluyen. Fue detenida en Vic y después la jueza la puso en libertad provisional. A pesar de que el consejero de Salut, Manel Balcells, se apresuraba a defender los protocolos de contratación y definía el caso como “puntual”, el hospital de Berga despidió al director de recursos humanos del centro. A la vez, el sindicado Metges de Catalunya ha reclamado a CatSalut un control más grande de las contrataciones para evitar que se produzcan más casos de posible intrusismo profesional. El sindicato considera que el déficit de facultativos “no puede justificar la laxitud” de verificación de la formación, competencias y experiencia laboral de los candidatos. “Los controles tienen que ser exhaustivos y las garantías tienen que ser totales”, subraya la organización sindical. También solicitado que se investigue la “cadena de errores” cometidos y que se depuren responsabilidades, puesto que se trata de un hecho “muy grave” que podría haber comportado un riesgo para la salud de los usuarios.

Así ha empezado el verano, a ver como termina…

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