El Ayuntamiento de Barcelona anuncia la revisión de 800 palmeras en situación de riesgo

El consistorio dice que ninguno de los factores de riesgo de la palmera del Raval fue "determinante" para que cayera

Espelmes posades al lloc on una noia de 20 anys va perdre la vida per la caiguda d'una palmera
Espelmes posades al lloc on una noia de 20 anys va perdre la vida per la caiguda d'una palmera

El estudio preliminar del Ayuntamiento de Barcelona sobre la caída de una palmera al barrio del Raval que mató a una chica este jueves por la tarde no ha podido aclarar todavía las causas del accidente. Según el consistorio, esta palmera datilera tenía tres posibles afecciones, pero ningúna de ellas bastante «determinante» para causar la caída. Así, sufría estrés hídrico, como la mayoría de los árboles de la ciudad, tenía un estrechamente en lo alto del tronco, pero por debajo del nivel de riesgo, y un nido de cotorras, pero no de un gran peso.

El Ayuntamiento revisó la palmera en marzo después de quejas vecinales, sin embargo, no encontró ninguna «anomalía determinante». También había sido revisada el noviembre de 2020 y el noviembre de 2021 sin encontrar ninguna incidencia grave.

En todo caso, desde 2014 no se planta ninguna palmera datilera en la capital catalana, y se da el caso que en 2020 una palmera de la misma especie también cayó y provocó la muerte de un hombre en el parque de la Ciutadella.

Factores de riesgo de la caída
A raíz del accidente, el Ayuntamiento ha acogido esta mañana una reunión con representantes del gobierno local, la Guardia Urbana, Bomberos, responsables de Parques y Jardines y técnicos para evaluar la situación y las posibles causas del siniestro.

En una rueda de prensa posterior, la alcaldesa accidental, Maria Eugènia Gay, ha explicado que se ha acordado abrir un expediente informativo para hacer seguimiento de todas las actuaciones vinculadas al caso así como pedir un informe independiente para analizar las causas de la caída. De momento, ha dicho Gay, se ha ordenado una revisión «adicional» de las palmeras con características similares a la que cayó.

El gerente del Instituto Municipal de Parques y Jardines, Francesc Jiménez, ha dicho que el primer informe preliminar hecho de urgencia apunta a tres factores que podrían «concurrir» con la caída «repentina»: el estrés hídrico, un ligero estrechamente en la parte alta de la palmera y la existencia de un nido de cotorras.

Aun así, Jiménez ha dejado claro que la última vez que se revisó la palmera no se vio ningún tipo de alteración y ninguno de los tres factores de riesgo que ha detallado «hacen pensar por sí solo que fuera el motivo de la caída». «No hay un factor determinante clarísimo», ha admitido.

La palmera, fuera del «radar» de peligro
Según han explicado Jiménez y Joan Guitart, jefe de gestión del arbolado de Parques y Jardines, se trataba de una palmera datilera de entre 8 y 15 metros de altura y la fractura se produjo a los seis metros.

El árbol no tenía ningún defecto o alteración importante y no estaba en el radar del grupo de palmeras más controlado. A raíz del accidente de 2020, el consistorio modificó el plan de riesgo del arbolado de las palmeras datileras y determinó un grupo de 58 palmeras de este tipo que por sus características se revisan anualmente mediante una maceta de oscilación y un registrógrafo. La palmera de la calle Joaquín Costa, pero, no era ninguno de estas 58 y, por lo tanto, era revisada con menos frecuencia.

En este caso concreto, la palmera caída jueves fue podada por última vez el noviembre de 2020 y el último test de oscilación fue en 2021. Con este test se vio que había un estrechamente del tronco, pero no era «grave» y el comportamiento del estrechamente era «correcto», según Joan Guitart.

Después de esta revisión, en marzo de 2023 un vecino trasladó una queja al Ayuntamiento con relación a la palmera, que estaba más inclinada. La queja se trasladó el 14 de marzo y diez días después, el 24, se hizo una revisión visual en la cual no se detectó «ninguna anomalía evidente» y se cerró la incidencia. En este caso no se hizo ningún nuevo test de oscilación sino que la revisión fue ocular y tampoco se revisó el nido de cotorras. Aun así, desde Parques y Jardines remarcan que no era un nido «excesivamente grande».

Revisión preventiva de 800 palmeras
Teniendo en cuenta que la palmera que cayó no estaba en el radar de más preocupación del Ayuntamiento, el consistorio ha ordenado hacer una revisión preventiva a partir de lunes de cerca de 800 palmeras. Son palmeras datileras que presentan unas características similares a la que cayó al Raval y en las cuales se examinará si hay algún factor de riesgo.

En total, Barcelona cuenta con 250.000 árboles y palmeras (excluyendo Collserola), de los cuales 200.000 están en calles o plazas y el resto en parques. De estos 200.000, 12.000 son palmeras datileras, de las cuales 2.500 de la especie datilera. Así, de estas 2.500 que hay en calles y plazas de la ciudad se revisarán unas 800.

Por otro lado, de las 58 que ya están identificadas y que se revisan anualmente con un test de oscilación, 33 tienen pendiente pasar la revisión, pero esto ya está previsto. El Ayuntamiento recibe cada mes unas 350 comunicaciones de ciudadanos sobre el estado del arbolado, es decir, más de 11 en el día.

Estándares
El Ayuntamiento ha destacado que, sea como fuere, los estándares que se aplican en las revisiones del arbolado están «bastando por encima» de lo que marcan los estándares europeos. La alcaldesa accidental, Maria Eugènia Gay, ha subrayado que los protocolos de Parques y Jardines ya son «muy rigurosos» y «pioneros» en toda España.

Aun así, no ha descartado incorporar «mejoras» según el que determinen los informes encargados. «Trabajaremos de manera diligente para evitar que un caso como el de ayer no se vuelva a repetir», ha indicado reiterando el pésame a la familia de la víctima.

Por su parte, el gerente ha reconocido que el riesgo cero no existe, pero ha dicho que hay que estar «razonablemente seguros que hay unos árboles sanos en la ciudad» y también ha hecho valer los estándares de la revisión y mantenimiento.

Aun así, ha señalado que hay factores que se van «aprendiendo sobre la marcha», como por ejemplo como la situación de sequía y estrés hídrico puede afectar el arbolado. Puesto que, según han detallado, los árboles y palmeras solo se riegan los primeros cuatro años desde su plantación y después ya buscan sus propias fuentes de agua.

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