Francisco Ibáñez, el padre de dos de los personajes más conocidos del cómic estatal, Mortadelo y Filemón, ha fallecido este sábado en Barcelona a los 87 años, según ha confirmado la editorial Penguin Random House Grupo Editorial. El dibujante e historietista ha muerto esta mañana. «Despedimos a la figura más importante del cómic español. Nos deja el enorme legado de su lucidez, sentido del humor y más de 50.000 páginas con personajes memorables que han hecho felices un gran número de lectores», ha añadido la editorial también en las redes sociales. Mortadelo y Filemón fueron los dos personajes más populares del historietista barcelonés, que también creó otras series populares como ’13 Rue del Percebe’, ‘Rompetechos’ y ‘El botones Sacarino’.
Nacido en Barcelona el 15 de marzo del 1936, Ibáñez mostró desde muy pequeño la afición por los cómics y por el dibujo. Seguidor de autores como Escobar, Peñarroya y el belga Franquin, empezó a publicar las primeras historietas con 20 años en revistas como ‘La Rosa’ y ‘Paseo infantil’. Ibáñez compaginaba entonces la afición con el trabajo de oficinista en el Banco Español de Crédito, donde había empezado desde muy joven como botones.
La afición pudo más que la seguridad del trabajo en un banco y en el 1957 empezó a colaborar en la Editorial Bruguera, que ya acogía a otros personajes de historieta populares de la época, como ‘Zipi y Zape’.
Un año más tarde, la pluma de Ibáñez creó la primera versión de los que serían sus personajes más populares, la pareja de detectives tocados por el humor del absurdo Mortadelo y Filemón. Las primeras apariciones de la pareja, que en un inicio parodiaban a los famosos Sherlock Holmes y Watson, tuvieron lugar en la revista ‘Pulgarcito’, y desde entonces la pareja iría creciendo en personalidad propia y en reconocimiento del público. En el 1969, el 1974, el 1975 y el 1976, la serie fue reconocida con el galardón Aro de Oro a los personajes infantiles más populares.
En el año 1970 nació la revista ‘Mortadelo’, una nueva muestra del éxito de los dos personajes, en un momento en que el universo de los dos detectives ya era el que ha llegado hasta hoy, con la agencia secreta T.I.A. y todos los personajes que lo conforman, el Súper, el profesor Bacterio y la secretaria Ofelia, entre otros. Mortadelo ya era, además, el rey del transformismo que se conoce actualmente.
Ibáñez continuó dibujando a la pareja que le había dado la fama, pero en una muestra de prolijidad, creó también varios personajes que recibieron igualmente el reconocimiento del público, como ‘El botones Sacarino’ -donde rememoraba su propia época como botones de banco-, ‘Rompetechos’ y ’13 Rue del Percebe’, una serie a la cual productos televisivos como ‘Aquí no hay quién viva’ deben buena parte de su esencia.
En el 1985 el dibujante barcelonés abandonó la Editorial Bruguera por desavenencias con la dirección y buscó nueva casa para sus personajes. Mientras se aclaraba la propiedad de las creaciones, pactó con el editorial Grijalbo crear dos nuevas series, ‘Chicha, Tato y Clodoveo’ y ‘7 Rebolling Street’.
En el 1988 nació Ediciones B, que adquirió todo el fondo editorial de Brugera, y los responsables de la nueva firma llegaron a un acuerdo con Ibáñez para que volviera a los personajes que le habían dado la fama y que ya no abandonaría. Mortadelo y Filemón eran protagonistas de aventuras largas que reflejaban la situación social de la España del momento. Por la pluma del barcelonés pasaron olimpiadas, mundiales de fútbol, elecciones y la llegada del euro, entre otros.
En todos los años de trayectoria, Francisco Ibáñez ha publicado 150 títulos de Mortadelo y Filemón, que también han tenido versión en el universo de los videojuegos, en el de la televisión, a través de series animadas, y en el del cine, tanto en películas de animación como en filmes de personajes reales. Una de las adaptaciones más conocidas es la que en 2003 hizo el director Javier Fesser, una cinta que con Pepe Viyuela interpretando a Filemón y Benito Pocino en el papel de Mortadelo recogía con un gran respeto las singularidades del universo creado por el barcelonés. Además, los álbumes han llegado a distintos países del mundo, como por ejemplo Alemania, Brasil, Portugal, Dinamarca, Italia, Grecia, Finlandia, Suecia y Francia.
En el año 1994, Francisco Ibáñez recibió el Grand Prix del Salón del Cómic de Barcelona, y en 2002 se le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas artes.
