Xavier Trias se ha quejado amargamente de que el Partido Popular haya sumado sus votos a los de los comunes y socialistas para elegir a Jaume Collboni como alcalde de Barcelona. Trias que encabezó la lista más votada en las elecciones del 28 de mayo, la de Junts, ha dicho que la derrota de su candidatura ha sido debida a una operación de Estado. Esta afirmación ha sido suscrita y difundida por los dirigentes de su partido y de los de ERC, además de los medios de comunicación independentistas, incluidos TV3 y Catalunya Ràdio. Ernest Maragall, líder municipal de ERC, que había pactado con Trias ser su primer teniente de alcalde, ha llegado a decir que «el Estado ha aplicado un 155 de facto en Barcelona».
Si aceptar los votos del PP en votaciones municipales importantes se considera una operación de Estado, Trias participó en varias cuando fue alcalde de Barcelona entre los años 2011 y 2015. En las elecciones de 2011, CiU, predecesor del actual Junts, obtuvo 17 concejales; el PSC, 11; el PP, 8; Iniciativa per Catalunya-Verds, que se integró más tarde en Barcelona en Comú, 5; ERC, 1, y la Democracia Catalana de Joan Laporta, 1. Era imposible forjar una mayoría absoluta alternativa a la candidatura de Trias y fue elegido con los únicos votos de los concejales de su partido. Sí que se necesitaban acuerdos, sin embargo, para alcanzar el umbral de esta mayoría absoluta -21 votos- para aprobar los presupuestos anuales del Ayuntamiento. Y para llegar a ella el PP le tendió la mano en los primeros que elaboró.
El 23 de diciembre de 2011, el Pleno municipal aprobó los presupuestos de 2012 con una operación de Estado con los votos de CiU y PP. Trias agradeció la actitud de los populares en unas negociaciones que calificó de «leales». Para los presupuestos del 2013, Trias no contaba con el apoyo de la mayoría absoluta de los concejales pero CiU y PP pactaron el desbloqueo de más de 100 millones de euros en inversiones para 2013. Ese año, Trias gobernó con los presupuestos del 2012 prorrogados, pero con el apoyo del partido que lideraba entonces Alberto Fernández Díaz en el Ayuntamiento de Barcelona y Mariano Rajoy en el conjunto del Estado. Jordi Portabella, presidente del grupo Unitat per Barcelona-ERC afirmó que este nuevo pacto de CiU y PP significaba que el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, «ha entrado en el gobierno de la ciudad de Barcelona».
Los presupuestos de 2014 los aprobó Trias, aunque no contó con el apoyo de ningún grupo municipal aparte del suyo, porque los vinculó a una moción de confianza en la que ningún candidato podía obtener una mayoría absoluta alternativa. Los últimos presupuestos de la era Trias como alcalde, los de 2015, salieron adelante gracias a la abstención de los grupos municipales socialista y Unitat per Barcelona-ERC. El PP votó en contra. Al parecer, quedaban lejos las operaciones de Estado de la primera etapa del mandato de Trias.
