Dice el trabalenguas catalán: “Plou poc, però, pel poc que plou, plou prou”. Pues, estos días ha llovido bastante, pero por lo que dicen, no suficiente. Lo que viene a ser un galimatías. Lo resume muy bien Raimon en su canción Al meu país la pluja: “En mi país la lluvia no sabe llover/ O llueve poco o llueve demasiado/ Si llueve poco es la sequía/ Si llueve demasiado es la catástrofe…”. Después de un largo período de llover poco o nada ahora llueve con ganas, pero los expertos nos dicen que, sin embargo, todavía es insuficiente, que sigue la sequía, que los pantanos no se llenan lo suficiente. Algo no estamos haciendo bien. Aquí hay un escape muy grande. De entrada, es muy propio de este país sólo acordarse de santa Bárbara cuando truena. ¿De verdad no era previsible esta sequía? ¿De verdad que no se hubiera podido avanzar trabajo para evitar las actuales precipitaciones? En fin, en mi país la pluja no sap ploure, y los políticos no saben gobernar.
Pero yo no quería hablar de la sequía, o no sólo de ella, lo que quería en realidad era hablar de otra sequía, la del Barça. Finalmente, Messi no vendrá. Se ve que para que él entre deben venderse jugadores y el argentino ha decidido, con buen criterio, desistir. Con la pésima gestión que del tema se ha hecho, tengo la sensación de que hemos perdido dos veces al mejor jugador del mundo y de la historia. Lo explicaba Gerard Piqué, se fue el argentino, se ha ido él, lo han hecho también Sergio Busquets y Jordi Alba. Se señalaba a los capitanes como los grandes culpables de la sequía azulgrana porque cobraban demasiado. Se van ellos, y el problema se queda. No cuadra. Ocurre como con la lluvia, llueve, pero la sequía persiste. En el caso del Barça, reduces masa salarial, pero el fair play no se mueve.
Vale, compro que Josep Maria Bartomeu es la Yoko Ono del Barça, que provocó las plagas de Egipto, que estiró más el brazo que la manga, que no sabía gestionar, que no pensó en santa Bárbara, y tronaba, incluso compro que está detrás de la muerte de John F. Kennedy. Reprobable, lo censuro. Reconocido esto, ¿qué está haciendo Joan Laporta para acabar con la sequía? Está haciendo lo que decía el presidente Josep Tarradellas que nunca se puede hacer en política, el ridículo. Cómo explica, si no, que Messi, Piqué, Busquets y Alba hayan tenido que marchar, y que eso no haya servido de nada. Todavía, dicen, deben salir más jugadores para intentar restablecer el rumbo del barco. No sé, se me ocurre que quien quizás debe abandonar el barco es Laporta.
Lo canta Tomeu Penya: “Llueve y afuera sopla el viento/ Que me hace sentir pequeño/ como un granito de arena…”.
