Indignación. Es lo que sentimos al comprobar el tratamiento vergonzoso que los grandes medios audiovisuales (canales de TV, principales diarios, también digitales y agencias) están haciendo con los partidos democráticos que no tenemos representación en el Ayuntamiento de Barcelona, pero que aspiramos a tenerla.
Hay, sin embargo, excepciones significativas que agradecemos, como La Vanguardia, L’Unilateral y EL TRIANGLE.
Eliminada de los debates, de las entrevistas a los candidatos y de las encuestas de opinión, difícilmente una candidatura como la de Los Verdes-Alternativa Verde, partido histórico fundado el 1983, puede llegar a ser conocida por el electorado. Para superar esta marginación, aceptada por los grandes partidos, se requieren grandes medios financieros o el apoyo y complicidad de un poderoso grupo mediático.
La Ley Electoral es obsoleta, antidemocrática y no contempla garantizar los derechos de los electores y electoras a recibir gratuitamente información del programa de todos el partidos y el currículum de los principales dirigentes de cada formación; todas tendríamos que empezar la carrera electoral con las mismas condiciones, especialmente por parte de los medios públicos.
Han pasado los años y las normas de las campañas electorales continúan hechas a medida para los partidos consolidados y continúan discriminando a ideologías como la ecologista, que sigue luchando por tener un espacio político como tienen los conservadores, los liberales, los socialdemócratas y los comunistas.
Consideramos increíble que en un momento histórico como el actual, donde la crisis ecológica y climática es el reto más grande de la Humanidad, los ecologistas catalanes no tengamos voz, como la tienen los partidos verdes en todos los Estados europeos. Es un grave déficit democrático que el partido pionero de la ecología política en Cataluña no pueda dirigirse al electorado para explicar su programa de acción municipal y de gobernanza de la transición energética.
Con esta discriminación es difícil, aunque esperemos no imposible, llegar al 5% de los votos que nos permita conseguir representación. Y si no lo conseguimos, tampoco se nos da un apoyo económico por cada voto obtenido. Son los partidos parlamentarios los que se llevan unas ayudas que nosotros requeriríamos para financiar nuestras campañas y gastos electorales.
Pedimos, pues, el apoyo al electorado barcelonés para que reaccione el 28 próximo de mayo y con su voto nos ayude a superar este 5%. La Barcelona que tenemos que construir para mitigar y adaptarnos al cambio climático requiere la presencia de ecologistas en la nueva gobernanza. Unas elecciones municipales en la capital de Cataluña pensando en el 2030 y 2050, donde tenemos situados los objetivos de la descarbonización de nuestra economía, sin la representación de Los Verdes-Alternativa Verde, es una gobernanza que chirría; evitaríamos que el nuevo gobierno municipal defienda propuestas de “crecimiento sostenible” y de “economía verde” que sean en realidad un ecoblanqueo.
No hay nada más poderoso que una idea a la cual le ha llegado el momento. Y ahora es el momento de la conciencia ecológica; de un ecologismo responsable y transversal. Nuestra sociedad civil, los consumidores conscientes a favor del comercio justo y la alimentación biológica; los defensores de los derechos de los animales; los convencidos de las energías del sol y de una movilidad no contaminante tienen que tener la opción de votar verde, como un voto pensando también en las futuras generaciones. Apartarnos del debate es un grave error por parte de los responsables de los contenidos informativos que deciden cada día de la campaña. Todavía están a tiempo de rectificar.
