Los “delirios” y mentiras de Toni Postius desconciertan a la ciudad de Lleida

Propone que la población pase de los 140.000 habitantes actuales a 200.000

Los tenientes de alcalde Toni Postius y Jordina Freixanet atendiendo los medios en el patio de la Paeria (Laura Cortés)
Los tenientes de alcalde Toni Postius y Jordina Freixanet atendiendo los medios en el patio de la Paeria (Laura Cortés).

El candidato de Junts x Catalunya (JxCat) a “paer en cap” (alcalde) de Lleida, Toni Postius, va muy acelerado y en esta campaña electoral no para de decir disparates y mentiras para intentar conseguir votos. Su propuesta estrella es que la ciudad, que actualmente tiene 140.000 habitantes, pase a ser la segunda capital de Cataluña y, a través de una agresiva política urbanística, llegue a los 200.000 habitantes.

El problema es que Toni Postius tiene estrechos vínculos familiares con uno de los principales promotores inmobiliarios de la ciudad, Antoni Robert (“el Tito”), uno de los grandes favorecidos por su gestión, durante los últimos cuatro años, como teniente de alcalde de Urbanismo de la Paeria. Esta relación levanta todo tipo de suspicacias, en especial entre los damnificados por el gran polígono industrial de Torreblanca-Quatre Pilans, que se cargará la fértil huerta de Lleida y donde “el Tito” tiene intereses especulativos directos.

Toni Postius expuso sus “delirios” de grandeza en el almuerzo que hizo, el pasado viernes, con un grupo de empresarios. Este acto electoral contó con la presencia y la bendición del ex-presidente de la Generalitat, Artur Mas, el “padre” del proceso independentista que, como consecuencia, provocó una masiva fuga de empresas y de depósitos bancarios de Lleida a Aragón.

Se cuelga medallas que no le tocan

Pero es que, además, Toni Postius no para de soltar “bolas” y de colgarse medallas que no le tocan. Por ejemplo, asegura que ha desbloqueado un nuevo sector residencial entre los barrios de Balàfia y Pardinyes cuando este proyecto ya estaba previsto en el Plan Urbanístico de la ciudad desde el año 1999. También presume de impulsar el nuevo sector industrial de Torre Solé que es un proyecto desbloqueado desde el año 2019 por el anterior gobierno municipal socialista.

Otro de los supuestos “éxitos” que se adjudica Toni Postius es la construcción de una nueva terminal de autobuses, junto a la estación de Renfe. Sin embargo, el candidato de JxCat esconde información, puesto que los terrenos donde se tiene que ubicar la nueva estación no son de titularidad pública y, mientras no se resuelva la operación de compra a sus propietarios, no se puede construir. Además, el proyecto original, que data del año 2013, tenía un coste de 11 millones de euros, que ahora ha aumentado escandalosamente hasta los 43,6 millones.

Lleida es la única gran ciudad de Cataluña que no tiene ningún parque comercial, después del boicot activo que Toni Postius ha hecho desde la Paeria al proyecto de Torre Salses. Como alternativa, propone la construcción de un gran espacio comercial en los terrenos que tiene Adif en la estación ferroviaria.

Sin embargo, este Plan de la Estación está lleno de “agujeros” legales y de interrogantes que ponen en entredicho su viabilidad económica, a causa de las costosísimas obras que habrá que hacer. Una vez más, Toni Postius pone el carro delante de los bueyes, ya que el proyecto, que cuenta con la oposición frontal de los vecinos del barrio de Pardinyes, no se puede llevar a cabo hasta que no se haya aprobado definitivamente la necesaria modificación del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad.

Miquel Pueyo, cómplice

Los “delirios” y “patinazos” del hasta ahora teniente de alcalde de Urbanismo dejan muy tocado al “paer en cap” Miquel Pueyo (ERC), que forma gobierno municipal en minoría con JxCat. Obligado por el pacto con los ex-convergentes, Miquel Pueyo se deja arrastrar por las polémicas y conflictivas decisiones que toma Toni Postius, que tienen la peligrosa característica de favorecer a determinados intereses empresariales en detrimento de otros.

En especial, la apuesta por el futuro polígono industrial de Torreblanca-Quatre Pilans, que se convertirá en el mayor de Cataluña, implica un gran desgaste para Miquel Pueyo, que aspira a la reelección. Para hacer que prospere este gravísimo atentado medioambiental, Miquel Pueyo ha intentado involucrar al consejero de Territorio de la Generalitat, Juli Fernández, que es quien, en todo caso, deberá darle luz verde.

El actual equipo de gobierno de la Paeria ha enfurecido a los vecinos del barrio de Pardinyes con el derribo de los históricos silos de grano, donde había anidado una de las colonias más importantes de cigüeñas de Cataluña, que es una especie protegida. En el terreno que ha quedado expedito, la Paeria tiene prevista la construcción de un centro para la acogida de los trabajadores eventuales que llegan a Lleida durante la temporada de recogida de la fruta.

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