Pimec, la patronal catalana de la pequeña y mediana empresas, ha cifrado en 700 millones de euros las pérdidas que prevé si la sequía mata los árboles y los cultivos en el Urgell. En cuanto a la afectación actual en las comarcas del Segrià, la Segarra y las Garrigues, y en el canal de Urgell, la estimación es de 160 millones de euros.
Esta patronal alerta de lo que describe como una «crisis alimentaria y social» que puede llevar a las zonas rurales de Cataluña a un punto de no retorno, por lo que aboga por una planificación a largo plazo y critica que no se haya hecho aún, después de 23 meses sin lluvias. Pimec, en ese sentido, considera que «se va tarde».
El presidente de Pimec en Tarragona, Jordi Ciuraneta, que fue consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (2015-2016), ha reclamado a las administraciones que «vayan más allá de gestionar normativas» porque considera que el país debe decidir «qué proyecto territorial y agroalimentario defiende», entre «un modelo de territorio vivo o sin nadie» que produzca alimentos.
