Las políticas de movilidad en Barcelona han enfrentado a los candidatos de todos los partidos con la actual alcaldesa, Ada Colau, durante el debate de este lunes por la noche en Betevé. Durante sus intervenciones, PSC y Junts han reclamado que no se vaya «en contra» del coche y la mayoría de los grupos han coincidido en criticar el «caos» en la movilidad. A su vez, Colau ha defendido que las «transformaciones» como las superilles son «necesarias» y ha asegurado que la pacificación, que promete continuar implementando, da buenos resultados.
El candidato de Junts, Xavier Trias, ha denunciado que las superilles son «un colapso programado» y ha pedido volver «al sentido común». Además, ha criticado el urbanismo táctico y ha pedido «liderazgo» y que el próximo alcalde sea capaz de «ponerse ante los ministerios a reclamar lo que corresponde a Barcelona».
Colau, en cambio, ha defendido el modelo de los últimos años y, a pesar de que ha admitido que las obras son «incómodas», ha asegurado que «después nadie quiere volver atrás». Según ha afirmado, las superilles reciben críticas, pero «son necesarias y funcionan» y ha subrayado que los comunes han sido los únicos que se han «atrevido» a enfrentar la problemática de la movilidad y la pacificación.
A su vez, el alcaldable de ERC, Ernest Maragall, ha criticado que ahora mismo solo se está trabajando en la pacificación de algunas zonas de la ciudad y se ha comprometido a hacerlo en todos los distritos. Además, ha propuesto hacer un plan de aparcamientos que tengan conexión con el transporte público para reducir la contaminación.
El número 1 de la lista del PSC, Jaume Collboni, ha sugerido cubrir la Ronda de Dalt y hacer una rambla verde en Vallcarca si gobierna. En este punto del debate los candidatos del PP, Valents y Ciudadanos (Cs) le han recriminado que no lo haya hecho mientras era teniente de alcaldía. De hecho, Colau también le ha reprochado en varias ocasiones que haga suya la obra de gobierno solo «cuando le interesa».
El alcaldable del PP, Daniel Sirera, ha cargado contra el modelo de urbanismo actual y ha acusado a Colau de «volver a hacer morir al señor Cerdà». El popular ha lamentado que Barcelona es «un caos» y ha criticado que Colau usa la ciudad «de laboratorio» y los barceloneses «de conejillos de indias».
En un sentido similar, la candidata de Valents, Eva Parera, ha criticado que con la proyección de veinte ejes verdes más, como propone Colau, se está anunciando «el gran colapso de Barcelona». Para Parera, una solución para paliar la contaminación es instalar aparatos que depuren y limpien el aire y que funcionen con inteligencia artificial. Por su parte, la alcaldable de Cs, Anna Grau, ha dicho que para combatir el cambio climático «lo primero que hace falta es cambiar el gobierno entero» y ha dicho que hace falta que dejen de «improvisar y mentir».
Vivienda y turismo
En cuanto a las políticas de vivienda, todos los candidatos han coincidido en que hay que hacer más vivienda social. Aun así, mientras Colau ha sacado pecho de tener el parque de alquiler social más grande del Estado y ha denunciado que hasta ahora solo se había puesto «alfombras rojas a la especulación», Trias ha denunciado que en la ciudad hay «un problema serio» en relación con la vivienda y Parera ha acusado a Colau de ser una «especuladora».
A banda, Maragall se ha comprometido a conseguir 8.000 viviendas de alquiler asequible y protegido, mientras que Collboni ha prometido la rehabilitación de 1.200 edificios. Por su parte, PP y Cs han aprovechado para cargar contra las ocupaciones delincuenciales y han asegurado que «salen gratis».
Los candidatos también han aprovechado para contraponer modelos de actividad económica para la ciudad. Mientras que Colau y Maragall se han mostrado partidarios de regular el turismo y, especialmente, los cruceros ante su crecimiento «insostenible», Grau, Parera y Sirera han denunciado que con las limitaciones se está «matando» esta actividad y han asegurado que el problema no es el turismo sino cómo se está gestionando.
Collboni, a su vez, ha pedido turismo de más calidad y limitar las escalas de los cruceros, mientras que Trias ha dicho que los cruceros de un solo día «no aportan nada» a la ciudad y que, por lo tanto, hace falta que sean de salida y de llegada. También ha lamentado que el gobierno municipal lleva «ocho años despistado» en esta cuestión y ha insistido en reclamar liderazgo.
Reproches a Collboni por la gestión de la seguridad
En el bloque relacionado con la seguridad, todos los candidatos han señalado a Collboni como responsable de la gestión y han apostado por más efectivos policiales. «Liderazgo no es dimitir de las propias responsabilidades para dedicarse solo a hacer campaña», ha espetado Colau al candidato socialista, que dejó sus funciones en el consistorio a finales de enero. «Liderazgo es estar y dar la cara cuando hay problemas», ha añadido. Trias ha calificado de «desastre» la seguridad en la capital catalana y Maragall ha remarcado su propuesta del alcalde de noche.
En limpieza, los alcaldables han coincidido en decir que hacen falta mejoras. De hecho, Colau ha admitido que en verano hubo «momentos de desajuste» en algunos barrios por el cambio de contrato, que implica a varias empresas y representa un 10% del presupuesto del consistorio. La alcaldesa ha asegurado que la situación ha mejorado en este ámbito y ha situado como «reto» una mayor concienciación hacia los ciudadanos para no ensuciar las calles.
Se mantienen las incógnitas en los pactos
En cuanto a los pactos, se han mantenido las incógnitas sobre qué alianzas postelectorales serán viables para poder gobernar. Maragall ha vetado un gobierno con el PSC de Collboni, y le ha reprochado que su partido «ha evolucionado en el sentido absolutamente inverso» del que el candidato socialista ha presumido, el de las alcaldías anteriores a Colau. «Lo único que le queda son el nombre y las siglas», ha espetado Maragall. «Usted es el PSC del que yo decidí irme, porque dejó de ser socialista y catalanista», ha agregado.
Por su parte, Collboni ha confiado en ser la primera fuerza por una «amplia mayoría» y ha garantizado un «alcalde inequívocamente progresista». Ahora bien, ha evitado concretar con quién estaría dispuesto a pactar y ha fijado tres condiciones para llegar a alianzas: garantizar el crecimiento económico, apoyar a políticas públicas y ser leales a las instituciones del Estado.
Colau ha sido la candidata que más ha insistido al socialista para que respondiera si estaba dispuesto a pactar con ella, pero Collboni ha evitado aclararlo. A su vez, la actual alcaldesa de la capital catalana ha remarcado que es «la única garantía» de que el consistorio «mire hacia la izquierda» y ha apostado por un ejecutivo «progresista» como el actual. Colau ha remarcado que no pactará con Trias.
Trias, por su parte, también ha descartado un gobierno con Colau. «Tenemos que hacer un cambio en esta ciudad y la única garantía se llama Trias por Barcelona», ha dicho. Así mismo, ha indicado que si no gana no se quedará como regidor. «Si yo no soy alcalde, no me quedaré calentando una silla», ha aseverado.
Sirera también ha cargado contra Colau y ha asegurado que hará «el posible y el imposible» para que no vuelva a ser alcaldesa. El candidato del PP ya ha avanzado que en materia de pactos no respetará la lista más votada. Parera, por su parte, se ha erigido como «la única formación que no tiene que pedir permiso a nadie», y Grau ha puesto sobre la mesa el bilingüismo, la oposición a las superilles y combatir la ocupación como aspectos destacados a la hora de llegar a pactos.
