La Junta Provincial de Barcelona ha tumbado el recurso del Ayuntamiento de Vic y ha ratificado la decisión de la Junta Electoral de Zona de obligar al consistorio osonense a retirar todos los símbolos independentistas del municipio durante la campaña electoral para mantener una «absoluta neutralidad política» y «respecto a la ideología heterogénea de la ciudadanía». Fuentes del Ayuntamiento han confirmado que han recibido este viernes la notificación y han asegurado que ya se han retirado los símbolos. La decisión de las dos juntas responde a la denuncia presentada por Impulso Ciudadano y afecta a los símbolos y las pancartas situados en la fachada del Ayuntamiento que gobierna la representante de Junts per Catalunya Anna Erre y en el resto de lugares de titularidad pública.
En el recurso, el Ayuntamiento alegaba que la denuncia de la entidad no solicitaba la retirada de la pancarta del balcón del consistorio y concluía que, por lo tanto, la Junta Electoral de Zona no se tendría que haber pronunciado. El equipo de gobierno municipal también argumentaba que no había lazos amarillos ni esteladas colgando de farolas públicas, así como que una pancarta de un tramo de la carretera de Sant Hilari había sido colocada probablemente por particulares. Además, indicaba que esta carretera no es de titularidad municipal.
«Símbolos partidistas»
En cuanto a una estelada situada en la plaza del Milenario, el Ayuntamiento subrayaba que no había sido colocada para las elecciones, puesto que hacía unos diez años que estaba. Retirarla, añadía el consistorio, provocaría que la gente tomara conciencia del cambio, de tal manera que se produciría «una reacción contraria a la que se pretende evitar».
En cambio, después de recordar que la Junta Electoral Central ya ha determinado en varias ocasiones que lazos amarillos, esteladas y pancartas con la expresión ‘Libertad presos políticos’ son «símbolos partidistas», la Junta Provincial de Barcelona subraya que estos elementos pueden ser «legítimamente utilizados» por las formaciones soberanistas en la propaganda electoral, pero no por los poderes públicos que «tienen que mantener una rigurosa neutralidad política».
«Espacios de convivencia y no de exclusión»
Señala que los espacios públicos como calles, plazas y edificios públicos son «espacios de convivencia y no de exclusión», que el mantenimiento corresponde a los ayuntamientos y que el «deber de neutralidad política» durante el periodo electoral «exige que todos los espacios públicos dentro del municipio» estén «libres de símbolos que representen opciones políticas concretas».
Recuerda al consistorio el «deber» de retirar estos símbolos, «hayan sido colocados por particulares o no, siempre que se trate de espacios públicos» y «sea cual sea el tiempo que hace que están».
