El final de Ciudadanos

Todas las encuestas y sondeos de este año electoral ven a Ciudadanos sin representación en la gran mayoría de pueblos, ciudades, capitales, comunidades autónomas e incluso en el Congreso de los Diputados. Y se da por hecho que dejarán de estar en cualquier gobierno sea municipal o autonómico y que a nivel estatal si logran entrar en el grupo mixto será un milagro. De confirmarse lo que todo el mundo sospechamos y los sondeos nos dicen, significaría un fracaso mayúsculo en la historia política española reciente. Hablamos de un partido que ganó las elecciones catalanas en 2017 siendo el partido más votado y con más escaños o en 2019 llegando a ser claro candidato a la vicepresidencia de un posible pacto que nunca se produjo con el PSOE bajo el mítico lema “¡Con Rivera no!”. Efectivamente, con Albert Rivera no hubo pacto… Tuvo que dimitir por los pésimos resultados electorales que obtuvieron perdiendo más de 3 millones de votos, pasando de ser la tercera fuerza a la sexta en España.

Desde entonces, Ciudadanos ha sido una caída libre que ya está llegando a su fin definitivo. Realizaron unas primarias donde algunos pensaron que, por cambiar el nombre de la líder, la tipografía del logo o el tono de su particular color anaranjado, ya sería suficiente. La realidad es que han sido unas primarias que han generado aún más división a las que se presentaron en listas separadas la líder del partido Inés Arrimadas y su número 2, el portavoz adjunto y vicesecretario general, Edmundo Bal.

No hubo sorpresa como algunos esperaban. La candidatura oficialista, ‘Renace tu partido’, liderada por Patricia Guasp, y avalada por la líder del partido, Inés Arrimadas, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ganó las primarias.

En clave política considero que el resto de los ciudadanos españoles y no del partido lo que vemos son títeres de Inés Arrimadas los ganadores de estas primarias a parte de una pérdida de tiempo. De nada sirve hacer un intento a la desesperada de “renacer su partido” si luego siguen instaurados en el error que los ha llevado a estar a la deriva. Prueba de ello fue pocos días después de anunciar oficialmente que Patricia Guasp sería la nueva líder de Ciudadanos, cuando la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, dijo en el programa “Todo es Mentira”: «He apoyado a esta lista, que es donde está nuestra nueva líder política, que es Patricia. Que, aunque sea mujer, os lo puedo asegurar que lo va a hacer muy bien.» Estas declaraciones dejaron perplejo al plató con su comentario machista dando por hecho que las mujeres no son igualmente válidas que los hombres para el liderazgo político. Evidentemente la torpeza de estas declaraciones generó muchas críticas por parte de la audiencia. ¿Es así como querían promocionar su nueva líder? Está claro que el objetivo principal a la desesperada de Ciudadanos es conseguir el 28 de mayo en los diferentes puntos del país los votos suficientes para obtener los escaños mínimos que requieren los ayuntamientos y parlamentos y así no desaparecer de forma oficial de las instituciones. De esta forma, podrían presentarse con un poco de credibilidad a las elecciones generales de noviembre.

Veremos si lo consiguen en ciudades clave como son Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla así como en la gran mayoría de comunidades autónomas que también celebrarán elecciones. En todo caso, lo que ya es insalvable es conseguir lo que en la legislatura pasada era el objetivo principal del partido: Ser el partido de centro de España para formar gobiernos de coalición con la derecha y la izquierda, ser “los Macron” de la política española. Un sueño que se quedó en eso, en un sueño, ya que cuando tuvieron la oportunidad real eligieron siempre pactar con la derecha del Partido Popular y sus constantes discursos incendiarios contra el catalán en las escuelas, contra “los Sanchistas” y con sus argumentarios vacíos contra el gobierno usando las víctimas de ETA, defendiendo la gestación subrogada o haciendo pinza con la extrema derecha llegando a copiar parte de los discursos de odio de VOX.

Muchos votantes de Ciudadanos pasarán a votar irónicamente el partido que tanto demoniza, el PSOE. Y otros tantos irán directos a la abstención, a VOX o sobre todo al PP. No olvidemos que todo aquello que aún representa Ciudadanos en las instituciones locales y estatales lo ocupará otro partido, y el temor es que se traduzca en más diputados para VOX y el PP. Tenemos en nuestras manos impedir este retroceso y eso solo se consigue votando. Mientras, veremos si se confirma el hundimiento de Ciudadanos o si quizás termina fusionándose del color naranja al color azul claro de Génova 13.