«El nacionalismo necesita un enemigo para funcionar»

Entrevista a Ana Losada

Licenciada en Historia. Ha hecho voluntariado en temas de Educación. Trabaja en el Instituto de Automoción. Presidenta de la Asociación por una Escuela Bilingüe (AEB) y portavoz de Escuela de Todos, plataforma que reúne representantes de la comunidad educativa, por un modelo que garantice que el español sea lengua vehicular en todas las comunidades autónomas bilingües.

¿Asistimos a un rebrote del arreón nacionalista, vía lengua catalana, o siempre ha sido así y el “Procés” lo camuflaba?

Pienso que ahora tenemos el “Procés lingüístic”. Lo tenían como elemento unificador, homogeneizador. Para mantenerse activos y resilientes, recurrieron al tema de los presos del 1 O. Una vez que estos salieron, fue automático: empieza una campaña en la que el tema de la lengua empieza a tener muchísimo protagonismo. Es así, porque ahora ese es su foco de unión. Algo en lo que todos están de acuerdo, más allá de las siglas. El ataque al español, como causa de la hispanofobia, y la defensa de una única lengua oficial, de facto, les une. Resultado de esto es el “Procés lingüístic”, en el que nos encontramos, con estrategias y métodos calcados del “Procés”.

¿Se trata, pues, de mantener identificable al enemigo, en este caso la lengua española, como parte del enemigo principal?

El nacionalismo necesita un enemigo para funcionar. Algo que aprovechar y poder utilizar, uniendo sus filas frente a lo que consideran culpable de todos sus males. Así funcionan todos los nacionalismos. El caso del nacionalismo catalán es de manual. Sigue todas sus pautas. Recurren a lo que más les conviene o pueden hacer en cada momento. Ahora, la hispanofobia está siendo reconducida a través de la lengua. 

¿Existe y actúa una, digamos, vigilancia, versus delación, en las escuelas, la calle, las administraciones públicas… al servicio del catalán?

Claro que existe. Lo cuentas y te dicen que somos unos exagerados, pero en las escuelas siempre ha habido un comisario lingüístico y se llama así. Que actúe o deje de hacerlo, depende de su perfil, del director del centro, y del claustro. Pero ahora, en este curso, tenemos trabajando lo que se llaman “Centros ULAE”, en los que la Generalitat pone muchísimo más énfasis en que haya un control estricto de la lengua que se utiliza dentro y fuera del aula. Tanto por parte de los profesores, como por alumnos y el personal no docente. Es decir, un comité formado por un grupo de profesores que, teóricamente, se prestan voluntarios para controlar lo que ocurre con la lengua en los centros. La mayoría de las multas lingüísticas que se ponen a los comercio son por chivatazos de personas que denuncian que alguien tiene una peluquería y no pone “perruquería”… Resulta indignante que Plataforma por la Lengua se dedique a señalar a denunciar y acosar a comercios y sus trabajadores. Han creado un buzón para denunciar a profesores. Eso esta ocurriendo y está normalizado en Cataluña, y en el resto de España. 

¿A propósito de normalización, no resulta sorprendente que, incluso entre castellano-hablantes, se haya asumido la idea de que el español llegó a Cataluña con la emigración reciente, cuando se tiene constancia de su larga presencia en el territorio?

Vivimos en un mundo de mensajes cortos y fáciles. Por tanto, contar mentiras, no chequear la información es, digamos, la epidemia siglo XXI. En tal contexto, en los medios de comunicación, en la escuela, los nacionalistas y quienes pasan por no serlo, pero compran su relato, más los partidos políticos, en casi todo el arco parlamentario catalán, han repetido este mensaje, de una manera u otra, más fielmente o matizado. Es muy fácil que algo repetido durante treinta años en todos los ámbitos y que durante muchísimo tiempo no ha tenido contestación pública, acabe calando. Hasta que llegó Ciudadanos al Parlamento catalán, la cuestión de que el castellano tiene que tener un mismo tratamiento que el catalán era un tema tabú en el Parlament. El presidente de la Generalitat nunca se dirige en castellano a los ciudadanos, en ningún tipo de comunicación oficial. En la escuela te enseñan eso. En los libros de lengua y literatura se habla de emigración castellano-hablante que llegó a Cataluña. La izquierda, desgraciadamente, ha comprado esos mensajes, y sigue sin defender una igualdad de derechos de todos los ciudadanos. Así, el castellano-hablante sigue pensando que, por alguna razón, no tiene los mismos derechos que un catalanohablante. 

¿Sigue siendo la referencia a la represión franquista al catalán una justificación del trato de favor de que hoy goza?

El tema de Franco les ha servido durante muchos años para legitimarse. Es sorprendente que intenten justificar lo que ahora hacen por lo que hizo Franco. Es un tema muy recurrente. El nacionalismo catalán asocia el franquismo a España. Dice que la Guerra Civil del 36 fue de España contra Cataluña. Referirse al trato del régimen de Franco al catalán sigue siendo otro mantra muy común y normalizado.

¿La “inmersión lingüística” en que aguas, con qué finalidad?

La inmersión trata de sustituir por el catalán la lengua con la que se identifican ciudadanos catalanes. Es decir, plantea que abandonen su lengua materna. La inmersión actúa como autopista al adoctrinamiento. En el momento en que adoptas una lengua como pilar de la construcción nacional, y consigues una escuela monolingüe en catalán estás controlando quienes entran y cómo en el sistema educativo catalán. A partir de ahí, los libros de texto en catalán. Editados y pensados según los cánones establecidos de que es cultura catalana. La lengua es para ellos su hilo conductor, su cuerda, sin la cual se van a perder, y así trabajan. 

¿Las ventajas de la “inmersión”, como “ascensor social”, que tanto sigue citándose, no era, en el fondo, un modo, digamos, de homologación (oportunista) de los recién llegados con los catalanes “auténticos”?

Es  uno de los argumentos que se utilizan para justificar que los niños tienen que estudiar solo en catalán, y convencer a los padres que eso es lo mejor para el futuro de los niños. Aunque estos se den cuenta de las dificultades que pueden tener sus hijos porque estudian en una lengua que no es la suya. Pero es verdad, que la mayoría de los diputados en el Parlament se comunican exclusivamente en catalán y el que el Presidente de Generalitat habla en catalán, y que cualquier puesto en la Administración catalana es exclusivamente con un nivel C 1 para arriba de catalán. Por tanto, se puede ver que la forma de llegar a ese sustrato social alto es mediante el catalán y, en consecuencia, interpreten que dominarlo es mejor para su futuro.

¿Así las cosas, en su afán de promoverlo, vía imposiciones, no son precisamente las políticas nacionalistas las que están contribuyendo a minar el catalán?

Es evidente que están haciendo todo lo que creen conveniente para que la gente hable catalán, pero la imposición tiene un efecto rebote y eso está ocurriendo. Claro que lo que están haciendo perjudica directamente al catalán, pero, no lo quieren ver. El mayor peligro para el catalán, son ellos. 

¿Podría ocurrir, si no está sucediendo ya, que cada uno, en función de sus querencias lingüísticas, elija a su médico, pescatera o panadero, con lo cual se produciría una separación de facto?

Quizás al principio, pero ya estamos en eso. La separación en dos comunidades lingüísticas es evidente en Cataluña. Cuando pasó lo de Canet de Mar, eché de menos a gente catalano-hablante que saliera en contra de lo que está ocurriendo.

¿Se tiene conocimiento fehaciente de las mil y una promociones, apoyos, incentivos…, del catalán que se realizan con dinero público?

Nosotros no lo sabemos, pero si que hay estudios que denuncian las subvenciones públicas que se dedican a la promoción del catalán en muchos y muy diversos ámbitos. Entre ellas, merecen especial mención las asociaciones privadas como Plataforma por la lengua, Omnium o la ANC que, a su vez, están introducidas en las propias instituciones. Por añadidura, estas asociaciones actúan como parte beligerante en los ataques a personas acosadas por cuestiones lingüísticas, que se encuentran totalmente desamparadas. Nosotros no tenemos ninguna ayuda. Hemos solicitado reuniones con el presidente de la Generalitat, la consejera de Educación y la ministra de Educación, y se han negado a vernos. Tenemos una Constitución que ampara, como ninguna otra de la Unión Europea, las lenguas que se hablan en España. Sin embargo, entidades como el Instituto Cervantes, los Ministerios de Educación, Cultura…se ponen de perfil cuando se les plantean iniciativas relacionadas con el español en Cataluña. En lo que respecta a Europa, cabe señalar que, a finales de año, una misión de europarlamentarios nos visitará para investigar lo que está ocurriendo en la Escuela catalana.

 

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