La moción de censura que Vox presentó en el Congreso y centró toda su atención política durante dos días la semana pasada. Toda España parecía estar pendiente de lo que ocurría, de cómo ocurría y, sobre todo, del papel que podrían desempeñar Vox, Santiago Abascal, Ramón Tamames, y Pedro Sánchez. Pero había un grupo de hombres muy significados que no tenía el más mínimo interés en lo que debían decir Abascal o Tamames: los diputados de Vox en el Parlament.
Y es que mientras su líder hablaba en el Congreso, ellos estaban en el bar del Parlamento y en los jardines desayunando tranquilamente sin ningún tipo de intención de ponerse junto a una televisión para escuchar a Santiago Abascal.
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