Los regantes del Canal d’Urgell calculan que si no llueve podrán regar hasta mediados de agosto

Se aplican restricciones del 40% de aportación de agua en una de las campañas más complicadas a causa de la sequía

Canal d'Urgell

Los regantes del Canal d’Urgell (Lérida) han iniciado este lunes una de las campañas de regadío más complicadas de la historia. Al menos de los últimos 15 años, que es cuando entró en funcionamiento el pantano de Rialb. El director general de la Comunidad de Regantes, Xavier Díaz, ha destacado que empiezan a regar con un 40% de restricciones de caudal en los cultivos y también ha recordado que ante la sequía persistente, los campesinos han apostado para sembrar variedades que necesitan menos aportaciones hídricas. El objetivo es salvar las cosechas en el peor de los escenarios que vendría dado por una primavera sin lluvias. Entonces, se podría regar hasta mediados de agosto. Los regantes cuentan con un 50% menos de reservas de nieve que el año pasado.

El Canal d’Urgell ha empezado este lunes la campaña de regadío del canal principal. Lo hace una semana más tarde de lo que es habitual, puesto que normalmente el agua empieza a regar las fincas a partir de San José. Hace 30 meses que no llueve lo que tocaría y la cuenca del Segre está declarada en estado de emergencia desde hace 9 meses. Esto ha provocado el retraso en el inicio de la campaña, que arranca con unas reservas de 99 hectómetros entre los embalses de Rialb y Oliana. Además, los regantes estiman unos 100 hectómetros de nieve que se aportarán a medida que avance el deshielo. Esto representa un 50% menos que el normal, puesto que durante el invierno ha precipitado poco y el calor anticipado ha favorecido la evaporación de la nieve.

Según Xavier Díaz, si se hace una «previsión pesimista» con una primavera sin lluvias, la campaña se podría alargar hasta el 20 de agosto. No obstante, habrá que aplicar más restricciones que la del 40% de caudal y se prohibirá hacer segundas cosechas. Una segunda cosecha representa que un campesino puede plantar un cultivo de invierno como el trigo o la cebada y cuando lo siega en junio planta otra variedad de verano como el maíz. De hecho, según Díaz, este año el maíz es un cultivo poco recomendado, porque necesita mucha aportación hídrica, y por eso los campesinos tendrán que apostar por el girasol, la soja o el sorgo si quieren tener garantías de producción.

El otro foco de preocupación está puesto en los cultivos de árboles frutales. El objetivo es que en verano haya suficiente agua porque los campesinos los puedan regar y no se mueran los árboles. La producción ya hace días que se cree que irá a la baja con la situación actual de sequía porque los fruteros, en el momento que acaba la floración y los frutos empiezan a desarrollarse, ya necesitan importantes aportaciones de agua.

El de este año es pues el inicio de campaña de riego más complicado de los últimos 15 años, cuando entró en funcionamiento el embalse de Rialb. Durante la sequía de 2008 la situación ya fue bastante complicada y además no se tomaron las medidas que se han adoptado este año. Xavier Díaz ha avisado que si la sequía continúa a largo plazo habrá que plantear una planificación de regadío concreta, puesto que será difícil alcanzar el riego del Urgell y el del Segarra-Garrigues al mismo tiempo. En este sentido, ha reiterado la necesidad de modernizar el Canal d’Urgell con un cambio de conexiones con el Segarra-Garrigues a partir de la armonización del sistema Noguera-Pallaresa con el Segre.

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