La oposición ha encontrado una nueva cara para situar en el centro de la diana, para apuntar con sus dardos. Se trata del consejero de Derechos Sociales, el exconvergente reconvertido al republicanismo de izquierdas Carles Campuzano. Hace unos días participó en un acto de campaña de ERC de Santa Coloma de Gramanet con el candidato de los republicanos, Gabriel Rufián. Allí, dieron a entender que, sólo si Rufián y Esquerra estaban en el gobierno local después de las elecciones, Derechos Sociales pondría en marcha una residencia de gente mayor en el municipio.
Como era de esperar, el resto de partidos han acusado a ERC y al conseller de mala praxis política y de utilizar la consejería de forma partidista. El PSC, que tiene la alcaldía de Santa Coloma, llegó a insinuar que pedirían la dimisión del conseller si no rectificaba. Junts, que le tiene especial manía porque proviene de su espacio político, le reclamó explicaciones al Parlament y le acusó de todo lo que pudo. Ciudadanos, que se suma a todas las campañas de ataques que puede, se sumó a la crítica. Parece que un desafortunado, impropio y poco pensado anuncio del conseller y del alcaldable ha servido para que la oposición ponga a Campuzano en el centro de su crítica. Y esto, si crece, puede acabar con su carrera.
