La comisión de presidencia del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado la iniciativa ciudadana que pide suspender el hermanamiento con Tel Aviv (Israel) y se ha mostrado mayoritariamente contraria a la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de romper relaciones con el Estado israelí. El PSC, Junts, Ciudadanos, el PP y Valents han votado en contra de la propuesta ciudadana mientras que ERC se ha abstenido, de manera que los comunes se han quedado solos defendiendo la ruptura provisional con Israel.
La votación, sin embargo, no obliga al gobierno del consistorio a hacer nada, puesto que la decisión de Colau es firme y se mantiene vigente por el decreto de alcaldía. El regidor portavoz de ERC, Jordi Coronas, ha manifestado que está de acuerdo que Israel somete el pueblo palestino, pero ha recriminado a la alcaldesa que tomara la decisión sin consultar al resto de partidos.
Por parte de Junts, el regidor Jordi Martí ha afirmado que en la decisión de Colau » vemos antisemitismo» y ha defendido que hay que «mantener y rehacer todos los puentes de diálogo entre ciudades». El regidor de Cs Paco Sierra ha considerado la suspensión de relaciones con Israel una «falta de respeto a una democracia» y desde el PP, Josep Bou ha señalado que lo que tienen que hacer Barcelona y Tel Aviv es «hablar y hacer camino». El regidor de Valents Óscar Benítez ha acusado a la alcaldesa de «dinamitar la democracia en Israel» y «favorecer el antisemitismo».
Uno de los miembros de la campaña Barcelona amb l’apartheid, no, Salah Jamal, ha reprochado a los grupos municipales que consideren a Israel un país democrático, y ha asegurado que el hermanamiento solo servía «para blanquear a Tel Aviv»: «No es una ciudad democrática, está liderada por un alcalde que fue comandante de Israel, que bombardeó Gaza varias veces y que hace limpieza étnica de palestinos en el centro de Tel Aviv. ¿Esta es la democracia que defendéis?», ha espetado.
