El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictaminado que Bélgica no puede denegar la entrega a España de Carles Puigdemont basándose en el argumento de que el Tribunal Supremo no es competente para juzgar al expresidente de la Generalitat y que, por ello, existe el riesgo de que se vulnere su derecho a un juicio justo, al considerar que no existen en España problemas sistémicos de independencia judicial.
La sentencia, relativa las cuestiones prejudiciales planteadas en el caso del exconsejero Lluís Puig y conocida este martes, da la razón al planteamiento del juez instructor de la principal causa sobre el procés, Pablo Llarena, y allana el camino para la emisión de nuevas euroórdenes y para una eventual entrega de Puigdemont a la justicia española que, eso sí, depende también de lo que decida el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) sobre la inmunidad de Puigdemont y del también eurodiputado de Junts y exconsejero Toni Comín.
La resolución del TJUE desacredita la actuación de la justicia belga afirmando que “los principios de confianza y reconocimiento mutuos entre los Estados miembros constituyen la piedra angular del sistema de cooperación de la euroorden”, a cuya ejecución las autoridades judiciales de los Estados miembros de la Unión Europea no pueden negarse aduciendo una falta de competencia del órgano jurisdiccional emisor de la euroorden.
Para el tribunal, la justicia belga sólo podría negarse a ejecutar una euroorden en caso de riesgo real de vulneración de derecho a un juicio justo, derivada de deficiencias sistémicas o generalizada en el sistema judicial del Estado miembro emisor, y si existen motivos fundados para creer que la persona reclamada correrá ese riesgo si es extraditada.
