La cúpula de Ciudadanos en Cataluña ha salido en tromba a intentar salvar a Inés Arrimadas de la quema a la hoguera que algunos de los liberales pretenden perpetrar con la candidatura a liderar el partido que ha presentado Edmundo Bal. Y es que, en Cataluña, la dirección de Cs le debe a Arrimadas mucho más que haber salido de aquí.
Gracias a su estrecha relación, nadie pagó por el descalabro de las elecciones en el Parlament, donde pasaron de ser la primera fuerza de la cámara con 36 diputados a quedarse con un triste grupo de seis y tener detrás solo al PPC. Así que en la guerra interna que tienen abierta por el control del partido a Madrid se han implicado dos “pesos pesados” de Cataluña, Carlos Carrizosa i Nacho Martín Blanco, participando en la candidatura que hará frente a Edmundo Bal.
El actual líder de Cs en Cataluña, Carlos Carrizosa, sabe que tiene muy difícil repetir de cabeza de lista a las próximas elecciones catalanas. Por eso algunos de sus compañeros ya están empujando al portavoz del grupo parlamentario, Nacho Martín Blanco, a presentar batalla e intentar liderar la candidatura presentándose a las primarias el día que se convoquen. Martin Blanco, pero, de momento, se mantiene al margen y se deja querer.
