El artista jesuita Marko Rupnik ha sido acusado de abusos sexuales, de poder y espirituales de nueve monjas durante la década de los 90 en Eslovenia, según la Compañía de Jesús. Se trata del autor que redecoró con nuevos mosaicos las ocho capillas del Santuario de la Cueva de Sant Ignasi en Manresa a principios del 2021 con motivo del 500 cumpleaños de la estancia de San Ignacio de Loiola en la ciudad este 2022.
Muchas de las víctimas abandonaron la vida religiosa después de estos hechos. El Dicasterio para la Doctrina de la Fe investigó a Rupnik, que se autodenomina Miguel Àngel del siglo XXI, por una denuncia sobre “su manera de ejercer su ministerio”. Después el número de denuncias ascendió a nueve.
Prescripción y medidas cautelares
La Compañía de Jesús ha asegurado que “no hay menores involucrados” en las denuncias y que “al menos” nueve religiosas de la Comunidad de Loiola de Liubliana habrían sufrido supuestamente los abusos de Rupnik mientras ejercía de cura. Como han pasado más de 30 años, el Dicasterio por la Doctrina de la Fe ha cerrado el caso, porque “ha prescrito”.
Aun así, durante la investigación la Compañía de Jesús ha tomado “medidas cautelares” contra Rupnik, que siguen vigentes, como la “prohibición del ejercicio del sacramento de la confesión, dirección espiritual y del acompañamiento de los ejercicios espirituales” y de “en actos públicos sin el permiso de su superior local”. Las medidas fueron implementadas el mismo 2021, poco después de que Rupnik completara los mosaicos de la Cueva de Manresa.
