La Fiscalía General del Estado ha concluido, en su memoria sobre el año 2021, que «decae la militancia radical» por parte de lo que denomina «movimiento violento independentista catalán», al que describe como la «red genuina, coordinada y dinámica» que surgió a partir de 2017, vinculada con el 1-O.
Este informe anual sostiene que la actividad de ese sector del independentismo catalán, al que atribuye «violencia a las calles mayoritariamente de baja intensidad«, «ha decaído al mismo ritmo que la militancia radical ha ido abandonando la acción directa«.
Además, describe 2021 como un año con escasa actividad violenta por parte del «independentismo radical y violento» en comparación con los anteriores, hecho que relaciona con la crisis sanitaria causada por la pandemia de la covid-19.
La memoria de 2021 destaca el «mantenimiento de acciones simbólicas«, como el corte de la avenida Meridiana de Barcelona y las protestas en puentes de la red viaria, y recuerda los sabotajes a radares por parte del colectivo l’Estaca y las detenciones de cuatro personas en el último aniversario del 1-O.
La Fiscalía General del Estado, por otra parte, alerta sobre un repunte de los actos violentos relacionados con el independentismo en el País Vasco y Navarra.
