El filósofo Ramon Alcoberro. Escribió un post en facebook que empezaba diciendo “ha muerto Josep Espar y todo el mundo ha destacado su importancia como creador de empresas culturales. Pero nadie ha recordado una obviedad. Todas las empresas que emprendió (Avui, Edigsa, Ona…) fracasaron estrepitosamente, acabaron en los juzgados y dejaron un montón de deudas y de gente colgada. Y todas las hizo con dinero de otros. Por ejemplo, con el de las dos facturas que servidor nunca cobró”.
Y cerraba el mensaje con estas reflexiones: “Si se ha muerto que lo entierren, pero los verdaderos héroes de sus empresas culturales son los cientos (o miles) de gente, pequeños intelectuales, profesorcillos, que trabajamos gratis, o no logramos cobrar, para que el señor Espar pudiera pasar como un salvador de la cultura. Y que cuando queríamos cobrar todavía teníamos que oírnos que éramos malos patriotas. Así se ha hecho Cataluña”.
No faltaron algunos comentarios dándole la razón debajo de su mensaje.
