El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont anunció a finales del año pasado en un mensaje de Twitter que se había abierto una cartera pública de la criptomoneda Ethereum. Puigdemont dijo que lo hacía «para contribuir, experimentar y participar en herramientas que permitan a los ciudadanos participar activamente en la gobernanza y para que los gobiernos sirvan mejor a sus ciudadanos». Se cambió la etiqueta de su página de Twitter y a partir de entonces aparece como krls.eth: “Desde hace un tiempo, gracias a la ayuda inestimable de verdaderos expertos, valoro la potencialidad transformadora que la tecnología tiene sobre la gobernanza, la organización política y las ideologías. No como tecnólogo, que no soy, sino como responsable político”. Puigdemont añadió que esta tecnología «permite construir lo que algunas personas llaman estados descentralizados». El mayor valor alcanzado por Ethereum desde su creación en 2015 fue de 4.228,93 euros. El pasado jueves 16 de junio cayó por debajo de los mil euros. Este lunes se cotizaba a 1.098 euros.
El experto que más ha influido en el expresidente de la Generalitat para que apostase por Ethereum es Jordi Baylina. Baylina es un experto informático, residente en Suiza, que se ha convertido en un propagador de esta criptomoneda dando numerosas charlas por todo el mundo. En su perfil de Twitter se define como un fan de Ethereum, hacker de sombrero blanco y luchador por la libertad de Catalunya. Es una de las víctimas del espionaje con Pegasus incluidas por el laboratorio canadiense Citizen Lab en su informe CatalanGate. En una entrevista en el programa FAQS de TV3, después de que estallara este caso, Baylina reconoció que se había reunido con Puigdemont en Bélgica, aunque no tenía claro si había sido dos o tres veces.
El expresidente de la Generalitat aspira a crear una Cataluña independiente virtual y para ello cuenta con el apoyo del grupo de informáticos que le ayudaron en la creación de páginas web para facilitar el referéndum del 1- O alternativas a las que iba cerrando la Guardia Civil. Baylina es miembro de este grupo del que forman parte Elies Campo, Xavier Vives, Pau Escrich, Josep Maria Ganyet y Joan Matamala. Todos ellos aparecen como víctimas del CatalanGate.
Las criptomonedas están pasando por unos días difíciles. Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, explicó el pasado mes de mayo que la pérdida de valor de esa moneda le había expulsado del club de los billonarios. Buterin es un joven de 28 años, nacido en la ciudad de Kolomna, a unos cien kilómetros de Rusia, que estudió en la Universidad de Waterloo, cerca de Toronto, en Canadá. Dos coincidencias curiosas: el Waterloo de Buterin nada tiene que ver con el del palacio de Puigdemont y en Toronto tiene su sede Citizen Lab.
El interés de Puigdemont por las criptomonedas tiene un relieve político especial después de que transcendiese que se reunió con emisarios rusos poco antes de que impulsara la declaración de la independencia de Catalunya en octubre de 2017. Estos emisarios le propusieron apoyar la independencia con el apoyo militar de 10.000 soldados rusos y una notable cantidad de dinero a cambio de que el gobierno de la Generalitat convirtiera a Cataluña en un paraíso fiscal para las criptomonedas. No ha trascendido si Ethereum estaba entre las monedas que los rusos querían que recibieran un trato de favor. Vista su caída en picado de los últimos días no parece que hubiera sido una buena idea.
