El Ayuntamiento de Barcelona presenta una denuncia por los casos de espionaje político que han afectado a concejales municipales como Ernest Maragall (ERC) y Elsa Artadi (Junts). La denuncia, que está firmada por la alcaldesa, Ada Colau, la han presentado este martes los dos grupos del gobierno municipal (BComú y PSC) en la Junta de Portavoces, donde ha recibido el apoyo de ERC y Junts.
La denuncia llega después de que Maragall y Artadi aparecieran en la lista de personas vinculadas al independentismo que fueron objetivo de espionaje a través del programa Pegasus, según el grupo de expertos en ciberseguridad Citizen Lab.
El escrito también incorpora la información que destapó La Vanguardia, según la cual el CNI espió la formación de gobierno de Barcelona en las últimas elecciones municipales porque les preocupaba que ERC asumiera la alcaldía.
En el escrito que se presenta a la justicia, se alega que la investigación presuntamente ilegítima de concejales municipales y de las negociaciones entre las distintas fuerzas políticas para formar gobierno conllevan una «vulneración del derecho a la intimidad de los concejales» y también «una grave afectación a los derechos constitucionales a la libertad ideológica y participación en asuntos públicos».
En la denuncia, el Ayuntamiento argumenta que los hechos que se conocen sobre los casos de espionaje político pueden constituir delitos «de especial gravedad» y, por tanto, el consistorio «no sólo tiene la potestad, sino que también tiene el obligación de denunciarlos». El texto recoge que aparentemente se han interceptado comunicaciones y se han obtenido datos reservados «a través de un programa diseñado, precisamente, para el espionaje».
