El consenso logrado entre ERC, PSC, Junts y En Comú Podem para «blindar el catalán» en las escuelas mediante la reforma de la ley de Política Lingüística ha vuelto a quedar encallado en el Parlament. Junts ha vuelto a pedir un aplazamiento de otros quince días en la tramitación de la norma, y ya van tres, que ha sido aceptada por ERC y PSC, pero no por los comunes, que han evidenciado su malestar por la situación.
ERC, PSC y los comunes llevan semanas señalando que es la falta de consenso dentro de Junts lo que frena el tema. Esta vez, además, fuentes de los republicanos apuntan a que los socialistas han aceptado un nuevo aplazamiento y que temen que impidan que llegue al pleno hasta pasado su congreso, previsto para junio.
Por su parte, los comunes lamentan que no se «mantenga la palabra» y que, de nuevo, la propuesta de modificar la ley de política lingüística quede supeditada a la voluntad de Junts.
Desde Junts argumentan que nunca se acogieron a ninguna fecha concreta para votar esta reforma para proteger el catalán y que la prioridad para fijarla es que exista el máximo consenso.