Víctor Tarradellas, el ex-respondable de Relaciones Internacionales de CDC y del PDeCat que viajó a Rusia en varias ocasiones en 2017 en búsqueda de apoyo político a la independencia de Catalunya, recomienda, en su perfil de Instagram, el libro “La cuarta teoría política”, escrito por Alexander Dugin, filósofo y analista de cabecera del presidente ruso, Vladimir Putin. La teoría política de Dugin ha inspirado a Putin en su decisión de anexionarse Crimea en 2014, apoyar el independentismo de la región de Donbass y la invasión y bombardeo de Ucrania a partir del 24 de febrero de este año.
Alexander Dugin, nacido en Moscú hace 60 años, desaprueba en sus obras los valores de la democracia y los derechos humanos, que considera que no son universales sino exclusivamente occidentales. «Nosotros, los conservadores, queremos un Estado fuerte y sólido, queremos orden y una familia sana, valores positivos, el refuerzo de la importancia de la religión y de la Iglesia en la sociedad», escribe. Se le considera representante de una especie de fascismo en la rusa. “Queremos una radio y una televisión patriótica, expertos patrióticos, clubs patrióticos. Queremos medios de comunicación que expresen los intereses nacionales”, defiende Dugin.
Entusiasta defensor del presidente ruso, este filósofo se deshace en elogios hacia él: “No hay más opositores al rumbo de Putin y, si los hay, son enfermos mentales y se les debe enviar a un examen clínico. Putin está en todas partes, Putin lo es todo, Putin es absoluto y Putin es indispensable”. Animó al presidente ruso a intervenir en la guerra del Donbass y consideraba que la guerra entre Rusia y Ucrania era inevitable. En agosto de 2014 llegó a pedir un “genocidio” de los ucranianos. Ha mantenido buenas relaciones con partidos de extrema derecha europeos de Grecia, Francia, Austria o Bulgaria y se reunió en Roma, en 2018, con Steve Bannon, asesor del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para analizar las relaciones entre ese país y Rusia.
Entre la producción literaria de Alexander Duguin existe también una aproximación a la personalidad del presidente ruso: “Putin vs. Putin. Una visión de la Rusia del siglo XXI”. La traducción al castellano de este libro está prologada por Jordi de la Fuente Miró, líder del partido nazi-fascista Movimiento Social Republicano, disuelto en 2018, que ha asesorado a Vox en Cataluña.
Víctor Terradellas colgó en Instagram una foto de la portada de “La cuarta teoría política” el 4 de junio de 2019 y añadió una breve reseña en la que destacaba que “dibujar ‘la gran Europa’ es el reto. Y ésta sólo será posible si es capaz de construir una Europa Glocal, aprovechando todos y cada uno de sus activos y no siendo, como ahora, un club de Estados. ¡Una Europa capaz de incorporar nuevas ideas, nuevos Estados!”. Al independentista Terradellas le atrajo esa imagen de una Europa con nuevos Estados.
Sus viajes y conexiones con dirigentes políticos rusos se conocieron cuando en las investigaciones judiciales del caso Volhov, sobre la presunta financiación irregular de CDC, se interceptaron conversaciones telefónicas en las que aseguraba que le habían prometido 10.000 soldados rusos para defender a Cataluña si se declaraba independiente y España intentaba reprimirlo. También gracias a estas intercepciones telefónicas se supo que el 27 de octubre, día en el que el entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont decidía si proclamaba la independencia o convocaba elecciones, Terradellas estaba en la puerta del Palau de la Generalitat, acompañado de un enviado de Putin que quería hablar con él. Puigdemont no los recibió esa noche.
En las redes sociales de Víctor Terradellas no aparecen demasiadas alusiones a sus peripecias por Rusia y, en cuanto a la guerra de Ucrania, sólo hay dos mensajes suyos en Twitter. En el más reciente, del 25 de marzo, decía: “Ya lo dije hace semanas, ¿quién quiere sacar provecho de la guerra entre Rusia y Ucrania? Estados Unidos. Aprietan para que la UE compre su gas licuado para, así, rehacer una de las economías más endeudadas del mundo, la suya”. Y en el otro, al que se refería en ese tuit, era del 24 de febrero, el día que empezó la invasión. En él apostaba por la neutralidad de Cataluña: “Creo sinceramente que la clase política en favor de la creación de un estado catalán debería callar y no posicionarse. Cuando se acabe el conflicto, todo el mundo será amigo y podremos seguir trabajando en favor de nuestros intereses. El nuevo orden se dibuja y debemos tener buena relación con todos”.
