El juez que investiga el supuesto desvío de fondos públicos para pagar los gastos de Carles Puigdemont a Waterloo sospecha que, días antes de la DUI, Rusia le ofreció trasladar a Cataluña 10.000 soldados y pagar la deuda catalana, cosa que el expresidente catalán rechazó.
Así lo mantiene el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, en las actuaciones de entrada y registro de los domicilios de los empresarios relacionados con el proceso independentista y detenidos por la Guardia Civil: Oriol Soler, David Madí y Xavier Vendrell, entre otros. Una operación que la policía ha denominado Volhov, un río ruso.
El juez basa sus sospechas en dos archivos de audio intervenidos al teléfono del exdirigent de CDC y presidente de CatMón, Víctor Terradellas. Son dos conversaciones que mantuvo con Madí y Vendrell los días 14 y 16 de mayo del 2018, según las interlocutorias.
Según el juez, las conversas demostrarían que Terradellas fue el interlocutor de Puigdemont con Rusia, y que se estudió crear una plataforma de moneda digital para garantizar la "estabilidad financiera" de Cataluña. Según el instructor, en las conversaciones grabadas Terradellas explicó que el 24 de octubre del 2017, tres días antes de la DUI, el jefe de un "grupo ruso" ofreció a Puigdemont "disponer de diez mil soldados y pagar toda la deuda catalana", pero el expresidente "se cagó en los calzoncillos".
El juez también resalta que el editor Soler se entrevistó el noviembre del 2017 con Julian Assange, el responsable de Wikileaks, para activar una "estrategia coordinada de comunicación", con la participación también de Eduard Snowden. En los atestados de la Guardia Civil que refiere el juez se destacan las vinculaciones de Soler con Assange y la posibilidad que Vladimir Putin hubiera recorrido el proceso independentista en el marco de "sus campañas geopolíticas de desestabilización, como el Brexit o la elección de Donald Trump".
