Las primeras decisiones del nuevo Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) han confirmado las previsiones de que este organismo que debe velar por el “pluralismo político, social, religioso, cultural y de pensamiento” de TV3 i Catalunya Ràdio continuará en la dinámica sectaria que le ha caracterizado en los últimos años. Entre los primeros acuerdos de este nuevo Consell, presidido por el periodista Xavier Xirgo, está la justificación de exabruptos como ‘puta España’ incluidos en el programa Bricoheroes de TV3. Por otro lado, un mes después de tomar posesión de su cargo, Xirgo se reunió con delegaciones de Òmnium Cultural y la Plataforma per la Llengua, dos entidades que luchan por la independencia de Catalunya.
Para justificar el ‘puta España’, las expresiones machistas o el desprecio de comunidades y minorías como los migrantes, los andaluces, los gitanos, las personas trans o con dificultades en el habla emitidas en Bricoheroes, el CAC insistió en la tesis defendida por la presidenta saliente de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, Núria Llorach, de que este comportamiento es admisible en los programas de humor. Para avalar este criterio, el servicio de prensa del CAC difundió un comunicado en el que este organismo considera que las manifestaciones objeto de análisis «se sitúan en el ámbito del ejercicio del derecho a la libertad de expresión». Este aval, según el comunicado, se basa en un informe elaborado por la Comisión de Contenidos del CAC que no se ha hecho llegar a los medios de comunicación.
El comunicado que aludía a que la libertad de expresión de los programas de humor de TV3 ampara insultos como ‘puta España’ se colgó en el portal del CAC el 31 de marzo. Sin embargo, la información que la encabezaba no se refería a esta legitimación de los insultos en Bricoheroes sino a la confirmación de la sanción de 12.001 euros que el CAC había impuesto a este programa por haber incluido publicidad prohibida en varios capítulos emitidos por TV3 el pasado mes de julio. La información sobre la negativa a sancionarlo por incumplir el Libro de Estilo de la CCMA aparecía en dos breves párrafos finales del comunicado sin especificar que se trataba de una denuncia por el uso de la expresión ‘puta España’ y otros insultos. Además, se creaba confusión con un redactado en el que se podía deducir que el Pleno del CAC había aprobado por unanimidad esta decisión cuando lo que hizo fue solamente “tener conocimiento” del informe. Diversos medios cayeron en la trampa y publicaron que el Pleno del CAC lo había aprobado por unanimidad, cuando no fue así.
Ese Pleno lo forman, desde su renovación, dos consejeros propuestos por el PSC –Rosa Maria Molló y Enric Casas-, dos propuestos por ERC –Miquel Miralles y Laura Pinyol– y Xevi Xirgo, propuesto por JxCat, que lo preside. Xirgo ha sido doce años director del periódico El Punt Avui, que ilustra diariamente la portada con un lazo amarillo, y ha escrito dos libros biográficos del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Presume de independentismo y, tras su nombramiento, corrió a invitar a su nuevo despacho del CAC a los presidentes de Òmnium Cultural, Xavier Antich, y de la Plataforma per la Lengua, que se autodenomina ONG del catalán, Òscar Escudé. En el comunicado que se repartió después de la reunión, se afirmaba que compartían una «gran preocupación por la situación de la lengua».
Decir ‘Puta Espanya’, por tanto, cuenta con el visto bueno del CAC de Xevi Xirgo, por lo menos en los programas que se consideran de humor. Habrá que ver si la nueva presidenta de la CCMA, Rosa Romà, está de acuerdo con esa posición cuando los diputados y diputadas de la oposición le pidan su opinión en la próxima reunión de la comisión de control parlamentario de este órgano, el próximo 29 de abril.
