Las causas de la exclusión financiera

La iniciativa “Soy mayor, no idiota” del médico jubilado Carlos Sanjuán, ha recogido 600.000 firmas digitales, denuncia la exclusión bancaria a la que se somete a nuestros mayores, muchos no familiarizados con el uso de tecnologías digitales. Reclamando un trato personal y más humano. Es esta una expresión evidente del grave problema que nuestro sistema financiero tiene hoy para satisfacer el encargo que la sociedad y sus instituciones le hacen.

En un sentido amplio, la exclusión financiera es la expulsión creciente de personas, familias, empresas, autónomos o territorios enteros de los servicios bancarios necesarios para su vida personal o empresarial. El dinero en una sociedad mercantilizada y monetizada constituye un bien esencial y el acceso universal al mismo debe estar garantizado.

La función básica de la banca tradicional es de salvaguarda del dinero de los depositantes, al mismo tiempo que prestar una serie de servicios necesarios como pagos y cobros y haber de mediar entre el ahorro de los depositantes y las empresas y familias a través del crédito. Son precisamente estas cruciales funciones las que se vienen resintiendo de la actual situación oligopólica del sistema financiero, resultado de la presión competitiva de la banca privada por ampliar sus cuotas de mercado, conjugada a la perfección con las políticas privatizadoras neoliberales de los gabinetes de gobierno en España desde los 90. Entre los años 1993 y 1998 los gobiernos del PSOE y el PP privatizaron los bancos oficiales de crédito, que eran bancos de desarrollo de carácter público, también la Banca Postal y el Banco Exterior. Más adelante, a partir de 2013, bajo la Ley de Cajas de Ahorro y Fundaciones bancarias, se han ido traspasando también las Cajas al sector privado. El resultado es que a día de hoy, de las 62 entidades existentes en 2008, sólo quedan 9 entidades privadas; que 5 grandes entidades suponen más del 70% del sector y que el índice de concentración bancaria en España está muy por encima de la media de la UE. Por el camino han desaparecido 24.000 oficinas, 120.000 trabajadores y no hay sucursales en más de la mitad de los municipios españoles, 4.400.  Pero además de la desaparición de entidades y oficinas para ganar cuotas de mercado, hay otros dos factores causantes de la exclusión financiera.

Uno resultante de las políticas monetaristas del BCE, que siempre se ha preocupado de alimentar la liquidez y salvaguardar la solvencia del sistema bancario, especialmente tras la crisis de 2008 y para ello les ha proporcionado barra libre de crédito sin interés y mediante la expansión cuantitativa, les ha comprado todo tipo de activos. Con ello se ha aumentado la circulación monetaria, pero ha significado una fuerte bajada de los intereses, negativos en ocasiones. Es el prácticamente nulo precio del dinero hoy una causa del menosprecio de la banca hacia quienes tienen cartillas domiciliadas, cuyos depósitos no se remuneran ni se fidelizan como antaño. Ello hace que los bancos cobren comisiones de apertura, de mantenimiento y otras, abusando de las personas de menos ingresos, que no pueden contratar con los bancos otros servicios financieros para que no les cobren estas comisiones. Otro efecto es que al marcar los bancos centrales los intereses de los créditos bancarios y ser estos bajos, las entidades tampoco están interesadas en mover el crédito a las empresas. Podríamos decir que la banca hoy obtiene sustanciosos beneficios de los préstamos sin interés del BCE y de la compra de sus activos por el mismo, de traspasar esta liquidez a fondos para invertir en activos especulativos financieros o inmobiliarios y del abuso en sus comisiones bancarias.

Otra causa es el desarrollo de las tecnologías financieras, en un principio cajeros y transacciones digitales, ahora fintech o neobancos y otras tecnologías de pago, motivo todo ello de desaparición de oficinas y trabajadores bancarios, especialmente en las zonas rurales con la consiguiente exclusión de las poblaciones y zonas más vulnerables.

El futuro de la banca es muy incierto y posiblemente se dé una transformación importante de los servicios financieros, también de la misma moneda por mediación tecnológica (no únicamente). Sin embargo, bajo un sistema democrático de derecho el acceso al dinero como bien esencial, habrá de estar garantizado, pero ¿cómo?

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