La Comisión Europea presentará este miércoles sus opciones para hacer frente a la crisis energética, agravada por la guerra en Ucrania. Entre éstas, se incluye la posibilidad de poner límites al precio del gas y la electricidad, así como medidas para frenar el aumento del precio de la luz para los consumidores. «En materia de seguridad energética y neutralidad climática, buscaremos poner límites a los precios del gas y de la electricidad y mitigar el aumento del precio de la electricidad para los consumidores», ha anunciado el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic después de la reunión de los ministros de asuntos europeos celebrada este martes en Bruselas.
Se trata de algunas medidas que han pedido ya países como España, Francia, Italia o Bélgica, pero que generan resistencia en un grueso importante de los estados miembros. Alemania, Países Bajos y países nórdicos rechazan imponer límites a los precios. Concretamente, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha insistido este martes en rechazar el embargo energético a Rusia al considerar que las sanciones deben ser «sostenibles» a largo plazo.
España, partidaria de poner límites a los precios, ha demandado tiempo para rebajar los precios de la energía en la rueda de prensa según el consejo de ministros. Pese a entender la preocupación social, la vicepresidenta Teresa Ribera ha insistido en la necesidad de no correr: «Es importante esperar». Así, las medidas se aprobarán en una semana, en el próximo consejo de ministros.
«Estamos trabajando en un paquete para tener una respuesta nacional al impacto económico que representa la invasión de Ucrania el próximo 29 de marzo. Y para poder terminar de armar este paquete, es clave ver cuál es el resultado final del Consejo Europeo», alegó también la ministra para la Transición Ecológica. El Consejo Europeo se celebra este viernes.
Antes, el presidente Pedro Sánchez y Ribera se reunieron con los responsables de las grandes compañías eléctricas españolas. La vicepresidenta tercera sólo ha señalado que en la cita han trasladado qué esfuerzo adicional pueden y deben asumir las grandes eléctricas, sin mayor concreción. Aunque sí reconoció que durante la reunión el gobierno no ha puesto sobre la mesa la posibilidad de establecer un gravamen sobre los beneficios que están obteniendo estas empresas, «sino como conseguir una energía más barata».
