El gobierno español decanta la balanza a favor de Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental. Pedro Sánchez ha enviado una carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, en la que afirma que la propuesta de Rabat es la más «creíble y realista» para resolver el conflicto territorial entre ambos países. De esta forma, la Moncloa prevé abrir una nueva etapa de relaciones con el país vecino.
La carta la ha hecho pública el Ministerio de Exteriores de Marruecos y Sánchez dice que apuesta por construir unas relaciones basadas de nuevo en la «transparencia y el respeto mutuo». En este paso, el ejecutivo se desmarca de su posición tradicional basada en el acuerdo de la ONU que reconoce la soberanía del Sáhara Occidental y su derecho a un referéndum de autodeterminación pactado y, por tanto, compra la propuesta de Marruecos: un plan de autonomía que pide poner fin a cualquier idea de independencia y que deja la seguridad del terreno en sus manos.
Así, la Moncloa también busca cerrar la crisis abierta, después de que España aceptara atender al líder del Frente Polisario, enfermo de covid, y Marruecos dejara desprotegida la frontera con Ceuta, por la que intentaron entrar miles de migrantes.
Al respecto, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha justificado la decisión asegurando que es necesaria la estabilidad y el respeto sobre la zona. Además, apeló a una cooperación fluida con Marruecos para abordar la crisis en relación con la llegada de migrantes, destacando también el peso económico que tiene el país en las relaciones para España.
