Marta Torrecillas, la mujer a la que un policía lesionó los dedos de la mano el 1-O en una escuela de Barcelona, aseguró este lunes que desde ese día recibió «miles de mensajes de WhatsApp, amenazas y vejaciones a través del teléfono móvil». Su número se difundió y fue incluida en numerosos chats.
Lo ha dicho en la Audiencia de Barcelona durante el juicio contra cuatro hombres por estos hechos. La defensa de Torrecillas les denunció al considerarlos autores de un delito contra los derechos fundamentales, con el agravante de motivación ideológica y por razón de género de la víctima.
Torrecillas recibió más de 7.800 mensajes de WhatsApp, 315 llamadas y 791 SMS, además de ser incluida en 16 chats contra su voluntad.
Durante el juicio, ha explicado que no podía hacer nada con el móvil porque estaba constantemente colapsado con la llegada de mensajes y notificaciones.
Todo ello, le causó angustia, nervios, insomnio, estrés postraumático y miedo a ser agredida o ir sola por la calle, lo que le llevó a seguir tratamiento psicológico.
Uno de los denunciados podría llegar a un acuerdo y pagar una multa de 900 euros, y para los otros tres, entre ellos un guardia civil, la Fiscalía pide un año y nueve meses de prisión y una multa de 3.000 euros.
