La presidenta del Parlament, Laura Borràs, se esconde. Desde que estalló la polémica por la falsa desobediencia por el escaño de Pau Juvillà, con las acusaciones de la CUP de intentar engañarles y las acusaciones cruzadas con ERC de querer hacer quedar mal al otro, se ha negado sistemáticamente a hacer una rueda de prensa. La presidenta no quiere someterse a las preguntas de los periodistas, que la esperan cada vez con más dudas, más cuestiones sin aclarar, y más contradicciones para plantear. Solo ha concedido dos entrevistas, a RAC1 y al Més324, con dos únicos periodistas que podían preguntar, y con respuestas nada aclaratorias. Y todo esto hace que la inmensa mayoría de la prensa la esté esperando con las uñas y los dientes cada vez más afiladas.
Junts no ve una buena salida. Después del cuestionamiento que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha tenido dentro de su espacio por la gestión del caso de Pau Juvillà, el mismo grupo parlamentario de JxCat y algunas voces del partido han querido también poner encima la mesa su descontento. Pero las críticas se han tenido que frenar porque si en algún momento Laura Borràs queda debilitada, Junts se quedaría sin referente de liderazgo claro.
