El consejero catalán de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, ha asegurado que el hecho de que ya sea firme la sentencia que obliga a la Generalitat a que las escuelas catalanas a impartan un 25% de las clases en castellano «no cambia nada», y se ha comprometido a cumplir la Ley de Educación de Cataluña y a desplegar un marco normativo que «actualice y afiance» el modelo lingüístico vigente hasta ahora en Cataluña.
Cambray ha afirmado que la situación es la misma de los últimos dos meses y que el decreto sobre la firmeza de la sentencia, emitido este viernes por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), entraba en sus planes porque forma parte del procedimiento del administración de justicia.
A partir de ahora, Educación tiene diez días para responder cómo ejecutará la sentencia e indicar el órgano responsable de su cumplimiento, y de dos meses para cumplir lo dispuesto en ella. Contra el decreto del TSJC sólo queda plantear un recurso de reposición, alegando alguna infracción.
