Los alcaldes de doce municipios del Maresme y del Vallès Oriental, con menos de 10.000 habitantes, han pedido al Gobierno de la Generalitat a través de una carta poder aplicar el toque de queda «ante el riesgo de sufrir un incremento de los botellones durante la Navidad». El escrito lo han firmado los alcaldes de Tiana, Alella, Teià, Vilassar de Dalt, Cabrils, Cabrera de Mar, Òrrius, Vilanova del Vallès, Vallromanes, Santa María de Martorelles, Martorelles y Sant Fost de Campsentelles, localidades que por su cifra de habitantes no cumplen con los parámetros para aplicar el toque de queda nocturno.
En la carta, aseguran que no disponen de los «efectivos policiales suficientes» para evitar que se produzcan botellones en noches como la de Año Nuevo y reclaman que, si no se les concede el confinamiento nocturno, puedan disponer como alternativa de un «dispositivo extraordinario y específico de Mossos d’Esquadra» para garantizar la seguridad. En este sentido, recuerdan que el ocio nocturno estará cerrado, y que el pasado mes de septiembre ya tuvieron que limitar el acceso al Parque de la Serralada Litoral «para evitar las concentraciones y botellones que se producían», los cuales lo dejaron sucio y lleno de basura.
