El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha advertido este miércoles que si los datos epidemiológicos en Cataluña «empeoraran», se volvería a poner sobre la mesa la aplicación del toque de queda nocturno. Lo ha dicho después de visitar el nuevo instituto de Vilablareix (Girona), donde también ha recordado que el Ejecutivo pidió en dos ocasiones al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ampliarlo, pero este se negó.
«Ellos han tomado una decisión, que no compartimos, pero la ciudadanía necesita claridad», ha señalado Aragonès, que ha reconocido que «no tenía sentido» aplicar el confinamiento nocturno en pocos municipios y «sin impacto», por lo que este viernes decaerá en las 19 localidades donde está vigente.
«No se trata de ir haciendo un pulso con el TSJC», ha comentado el jefe del Ejecutivo catalán, defendiendo así la decisión del Gobierno de no pedir prorrogar el toque de queda. Aragonès, sin embargo, ha recordado que el resto de medidas -como el aforo y el horario de los locales- continúan vigentes, y ha asegurado que actuarán contra el incivismo y los botellones en coordinación con los ayuntamientos.
