¿Por qué Xavi se la juega con Piqué?

Gerard Piqué

Gerard Piqué no sólo es capitán y uno de los veteranos del Barça actual, también ostenta el honor y el privilegio de ser el mejor pagado de la plantilla con bastante diferencia sobre el resto. Son las ventajas de haber aprovechado, en su momento, una situación de éxitos y de una coyuntura muy favorable, unos tiempos en los que Leo Messi exigía del club el máximo esfuerzo para disponer del mejor proyecto deportivo.

Leo pedía, básicamente, un buen equipo, estructura y garantías de competitividad y Piqué formaba parte, además, de ese círculo del poder del vestuario a quien no había quien le tosiese. De esa situación Gerard salió completamente blindado y mejorado de cara a esa recta final de su carrera, esa que con frecuencia dice que se terminará inmediatamente en cuanto note que sus recursos, velocidad, fondo y resistencia física no están a la altura de las circunstancias.

No hace falta ser muy listo para comprobar que, en efecto, las carreras de Ronald Araujo son inalcanzables hoy para un Gerard Piqué que ya lleva tiempo supliendo las carencias propias de la edad y el desgaste con oficio, experiencia y un sentido de la anticipación espectaculares. Y con trucos como acosar a los atacantes y provocar la falta, cualquier cosa antes que dejarles dar la vuelta y que le encaren. Una solución que le está llevando al límite de las tarjetas y de la expulsión.

Pero para eso está Xavi, para decidir si lo empieza a sentar o acepta que Piqué le dé al equipo muy buena salida de balón, orden defensivo en los córners y acierto en los fuera de juego a cambio de ese sufrimiento permanente en las galopadas y contragolpes del rival, pues en esos uno contra uno en velocidad ya tiene poco o nada que hacer.

La otra cuestión, la monetaria, es la que complica más las cosas de cara a un orden y jerarquía salariales, pues liderando el peso de la masa salarial del equipo se le puede y debe exigir un rendimiento que hoy por hoy seguramente no puede ofrecer. El propio Xavi es tan consciente que hubo de recurrir a todo su ingenio para mantener en el equipo a Piqué y Jordi Alba en el once titular contra el Benfica jugando con tres centrales y un sistema que, a base de presionar sobre la salida del rival, le quitó mucho trabajo a Piqué y Lenglet, un esfuerzo que pagó el equipo claramente en la segunda parte.

Dejando constancia de que Gerard Piqué sólo se aplazó la parte de la presunta rebaja de su ficha para dar cabida a Memphis y a los nuevos fichajes, el vestuario sabe exactamente sus condiciones, su liderazgo salarial y esa protección del presidente que para eso le hizo algunos favores como mantener a Umtiti en el equipo, para que Piqué controle el grupo o cuando menos informe a la superioridad directiva de todo lo que pasa. Ahora él es el que manda, o mandaba mientras estaba Koeman, indefenso ante esa pinza.

Xavi debe andarse con cuidado. Especialmente con Piqué.

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