Las próximas elecciones municipales en Barcelona vuelven a ser una incógnita. Y según las encuestas internas de los partidos, el escenario vuelve a estar más abierto que nunca. El efecto Ada Colau ya no es el que era, y además no está del todo claro que la actual alcaldesa repita como candidata a la reelección encabezando la lista de los comunes.
Esta pérdida de apoyo a Barcelona en Comú puede suponer que parte del electorado de izquierdas que siempre había votado socialista decida volver a casa. Además, en ERC piensan a volver a presentar Ernest Maragall, pero los sondeos dicen que los republicanos podrían haber tocado techo ya en la capital catalana, cosa que vuelve a dejar un margen de crecimiento para el PSC.
Con este panorama, a la dirección socialista creen que tienen una oportunidad para volver a ser el primer partido progresista del Ayuntamiento de Barcelona si presentan un cabeza de lista potente. Y es aquí donde el PSC pone en entredicho que Jaume Collboni sea el candidato adecuado. Estaba bien para salvar los muebles, pero la dirección cree que es una figura que ya está “quemada”, y por eso buscan una cara y un nombre que suponga realmente un revulsivo electoral.
