Juan Carlos I habría generado buena parte de su fortuna personal traficando con armas en los países árabes. Lo dice una información del diario Público, que explica que el rey emérito lo habría hecho a través de una empresa creada en 1977 bajo el nombre de Alkantara Iberian Exports y que habrían controlado el diplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal y el magnate Adnan Jashogyi. Además, se habría financiado con dinero público del Instituto de la Industria y Fomento del Comercio Exterior.
Cada una de las dos organizaciones públicas habría escogido a dedo algún delegado dentro de la empresa de venta de armas y uno de ellos habría sido Borja Prado, hijo de Manuel Prado y testaferro de Juan Carlos I.
La empresa habría vendido armas a Irán, lo que causó la imputación de Jashogy en una causa contra tráfico ilegal, pero el magnate logró traspasar todos los derechos de la compañía en el ya traficante libanés Abderramán El Assir.
En esta etapa, habrían logrado abrir mercado en Marruecos hasta que en 1984 Alkantara Iberian Exports se convierte en la mayor exportadora de armas del estado español. Finalmente, la actividad de la empresa acaba cesante en 1990.
