En el marco de la investigación de la justicia suiza sobre la fortuna de Juan Carlos I, el rey emérito de España, el fiscal de Ginebra que la conduce, Yves Bertossa, remitió el pasado 14 de mayo a Madrid la información sobre los movimientos de la Fundación Lucum en la banca Mirabaud y sobre la otra estructura suiza relacionada con el exjefe del Estado, la que corresponde a la Fundación Zagatka, en las entidades Credit Suisse y Lombard Odier, publica El Confidencial.
Según la misma información, la banca privada Mirabaud, donde Juan Carlos I abrió una cuenta en 2008 para esconder el cobro de 100 millones de dólares procedentes de Arabia Saudí, se encuentra en el punto de mira de Bertossa por un posible incumplimiento de los protocolos sobre la prevención del blanqueo de capitales y la evasión fiscal.
Considerando el perfil de cliente políticamente expuesto (PEP, en inglés) del rey emérito, Mirabaud debería haber realizado comprobaciones sobre si los fondos se habían declarado a la Hacienda española. Esta entidad bancaria ha declarado que sólo los seis miembros de su máximo órgano rector conocían que Juan Carlos I era el auténtico beneficiario de la sociedad mercantil panameña Lucum.
Del dinero depositado en Mirabaud, Juan Carlos I extrajo una media de 100.000 euros mensuales en efectivo para efectuar gastos en España sin dejar rastro. Las operaciones, añade esta información, continuaron en la cuenta de Lucum incluso después de que estallara el escándalo de la cacería de Botsuana, en la que el monarca se rompió la cadera, momento en el que Mirabaud cerró la cuenta asociada a Juan Carlos I.
Bertossa, según añade El Confidencial, tiene previsto visitar España en los próximos días para encontrarse con representantes de la Fiscalía española que llevan las tres causas sobre el patrimonio de Juan Carlos I.
