Ramon Cotarelo. El catedrático de Ciencia Política que se ha alineado en los últimos años con Carles Puigdemont está muy enfadado con la entrada de JxCat en el gobierno presidido por Pere Aragonés. Él apostaba porque pasase a la oposición al considerar que ERC no sólo no es independentista sino que su política favorece los intereses de los que quieren que el movimiento separatista pierda fuerza. Hace meses que sistemáticamente insulta a los dirigentes de ERC, con el apoyo en las redes sociales de un buen grupo de hiperventilados.
Cotarelo colabora en el digital ElMón y en el artículo que publicó en él el 1 de junio se desahoga contra el secretario general de JxCat. «JxCat tomó la catastrófica decisión de cambiar la negociadora Elsa Artadi por Jordi Sánchez, un burócrata sin luces, sólo interesado en garantizar la prosperidad de su partido, los cargos, sillas y enchufes, y un cómplice de ERC a quien dejó por segundo mandato consecutivo el monopolio del control absoluto y el monopolio del aparato de propaganda de los medios públicos de comunicación». Cotarelo está convencido de que TV3 y Catalunya Ràdio están controlados por comisarios políticos de ERC que la han vetado como comentarista político.
En el artículo, que se titula «El triunfo de la clase política» escribe también que «las negociaciones fueron un fracaso para el independentismo y un triunfo para la clase política catalana y la española. Ambas se han hecho a partir de la legislación de financiación de los partidos políticos. Estos funcionan como negocios y comederos de vividores y oportunistas, siguiendo el modelo de la estafa/esquema Ponzi. Todo lo que necesitas son más electores y, con los electores, llueve el dinero; pues, nadie criticará si el partido hace y dice lo que sea necesario, incluso cosas contradictorias y mentiras, para recoger votos, que son dinero. Si eres elegido diputado español o catalán, alcalde, concejal, presidente de consejo, o asesor o cargo nominado a dedo cobrarás un sueldo estratosférico entre 60.000 y 120.000 € al año en un país con un salario medio de 24.000 € al año y tendrás la vida resuelta, aunque no sepas ni las cuatro reglas».
Continúa diciendo que «si eres periodista cercano a la causa, te darán un enchufe en el aparato de propaganda de los medios públicos de comunicación para construir el relato del pensamiento único, el de siempre: «la independencia ahora no toca». Nada extraño, pues, que todos, prácticamente todos, periodistas, «intelectuales» orgánicos e inorgánicos y políticos con sentido de la conveniencia y deseos de prosperar hayan corrido en auxilio del vencedor jurando contra toda evidencia que se trata de un gobierno independentista cuando no lo es más que nominalmente, y que necesita su tiempo, aunque no tenga ninguna intención de hacer nada que incomode a los colonos«.
Y concluye que «La cuestión entonces es si esta masa de electorado independentista que ha sido engañada por los partidos llamados independentistas estará dispuesta y será capaz de reaccionar, teniendo en cuenta que las herramientas que hacían valer para este fin, Òmnium y la ANC, ya no sirven para nada porque están controladas por los partidos pseudoindependentistas y que los medios públicos de comunicación son su herramienta de propaganda para vetar y atacar al independentismo».
Cuando vino a Catalunya, Ramon Cotarelo se compró un apartamento en Sant Julià de Ramis, cerca del chalet donde vivía Carles Puigdemont y su familia antes de huir a Waterloo. Mucha gente piensa que este apartamento pronto estará en venta.
